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Mira

11, marzo 2015 - 17:37

┃ María Vega

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Berlín.- El Bayern de Pep Guardiola aprovechó la expulsión de Oleksandr Kucher y un penalti a favor, a los cuatro minutos, para asegurar su presencia en los cuartos de final con una aplastante goleada sobre un Shakhtar que no se recuperó del golpe inicial.
El empate de la ida había hecho que el partido se afrontase con mucho nerviosismo y Guardiola apostó por una alineación claramente ofensiva, mandando al campo toda su artillería pesada y dejando a Bastian Schweinsteiger como único estabilizador defensivo en el centro del campo.
Adelante Arjen Robben, Mario Götze, Thomas Müller, Robery Lewandwoski y Franck Ribery formaban prácticamente una delantera de cinco hombres que debía decidir resolver el partido lo más pronto posible para no darle cabida a situaciones extremas.
El Shaktar tuvo el saque y trató de llegar en su primera jugada con un balonazo largo. Probablemente, esa hubiera sido su apuesta a lo largo del encuentro, de no ser porque la primera combinación exitosa del Bayern le dio un viraje radical al partido.
Götze quedó sólo en el área tras un pase de Robben y, cuando tenía el camino libre hacia la portería, Kucher lo derribó. La consecuencia obvia fue un penalti, que convirtió Müller con seguridad, y roja directa para el defensa ucraniano.
El partido estaba apenas en el minuto 4 y el Bayern ya tenía ventaja en el marcador y superioridad numérica.
El Shakhtar no podía cambiar demasiadas cosas tan temprano y tenía que seguir en plan predominantemente defensivo y especular con la posibilidad de algún contragolpe o alguna jugada fortuita que le diera el empate.
El Bayern empezó a combinar permanentemente en torno al área ucraniana y generó varias llegadas, la más clara de ellas un cabezazo al poste de Lewandowski en el minuto 25, hasta que llegó el segundo gol.
El autor del segundo tanto fue el defensa Jerome Boateng, que remató a puerta vacía en el 34 aprovechando un rebote después de que Pyatov parara a medias un disparo de Lewandowski.
Al término del primer tiempo la única mala noticia para el Bayern era una lesión en el muslo de Robben, que tuvo que ser sustituido por Sebastian Rode en el minuto 19.
El tercer gol del Bayern llegó al comienzo del segundo tiempo, en el minuto 49, con un remate de Ribery tras una pared dentro del área con David Alaba
Con la eliminatoria sentenciada, quedaba era rematar. La fiesta bávara continuó en el 52, cuando Müller hizo el cuarto y el quinto vino en el 63, con un cabezazo de Badstuber a centro de Rafinha.
Después el partido se calmó un rato hasta que, en el 75, Lewandowski marcó el sexto tras un gran pase desde la raya central de Bastian Schweinsteiger. Y el séptimo lo marcó Götze, a centro de Boateng, en el 88, ante un rival que había bajado los brazos muchos antes.
A los pocos minutos, Kuipers decidió no castigar con penalti una falta dentro del área de Dvid Luiz sobre Diego Costa. Una nueva decisión controvertida de un árbitro al que le quedó grande el choque.
En la segunda mitad, los visitantes se fueron a por el encuentro, y a punto estuvieron de adelantarse en el marcador en el 57, cuando el disparo de Cavani, que recibió un pase en profundidad de Pastore y regateó al portero, se estrelló en el palo derecho de Courtois.
Con el PSG volcado sobre la meta “blue” llegó el tanto del Chelsea, obra de un defensa, Gary Cahill, que aprovechó una serie de rechazos tras un saque de esquina para fusilar desde dentro del área al meta italiano Salvatore Sirigu.
Sin embargo, cuando los aficionados “blues” celebraban el pase a cuartos, llegó el empate visitante, en el 86, después de un imperial cabezazo de David Luiz tras un saque de esquina del argentino Ezequiel Lavezzi, quien entró en el terreno de juego en sustitución de Matuidi.
A los cinco minutos de la prórroga, una ridícula y evitable mano dentro del área de Thiago Silva fue castigada por penalti por el árbitro. Hazard, desde los once metros, no perdonó con un lanzamiento suave y plácido al centro del arco.
El propio Silva se rehizo de su error 17 minutos después, en el 113, con un testarazo desde el área pequeña tras un centro de Thiago Motta que se coló por encima de Courtois y que dejaba al Chelsea fuera del torneo.
La sorprendente eliminación de los “blues” vuelve a cuestionar a José Mourinho después de un partido muy pobre de sus hombres, a los que le queda la “Premier League” para salvar una irregular temporada.