JOSÉ ÁNGEL RUEDA

Cuando el Barcelona contrató a Xavi Hernández a finales de noviembre no sólo fichó a un entrenador, sino una idea. El ex mediocampista apenas tenía experiencia en los banquillos, pero a su favor estaba la capacidad de entender a la perfección el modelo de juego que ha llevado al equipo a su plenitud futbolística. “Lo más importante, lo más bonito y lo más precioso del futbol es tener el balón, ir al ataque y dominar el partido con él” , expresaba el técnico en una clase magistral impartida para el canal de YouTube “The Coaches Voice”. Las palabras dichas por el entonces técnico del Al-Sadd eran una provocación a Joan Laporta, que se debatía entre mantener o no el proyecto de Ronald Koeman.

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A pesar de que la apuesta era a futuro, en el interior de la institución azulgrana había la esperanza de que el impulso anímico de tener en la banda a uno de los últimos grandes líderes rindiera frutos. Los augurios fueron ciertos. Xavi Hernández tomó al equipo en la novena posición de la tabla, con 18 unidades en 13 jornadas; hoy, en pleno impulso, el cuadro culé es segundo, con 60 puntos en 30 partidos.

Los números de Xavi retratan un equipo equilibrado: 16 victorias, ocho empates y cuatro derrotas en 28 partidos; es decir, aunque a veces no se pueda ganar, la misión es no perder: una de las premisas de los equipos en crisis. Más allá de que el estratega no pudo salvar la Champions League y la Copa del Rey, su gestión es positiva. Ahora mismo encadena una racha de 15 partidos sin perder; algunos de ellos los ha ganado de forma brillante, otros tantos ha sufrido más de la cuenta.

Lejos del aspecto numérico, sin embargo, el denominado “Efecto Xavi” es visible en algo tan ambiguo como lo es el modelo de juego. Lo que para unos puede ser indescifrable, en Xavi forma parte de su esencia. El técnico que mira el mundo a través de los ojos de Johan Cruyff y Pep Guardiola, sus dos grandes referentes.

“Independiente del sistema, al final lo más importante es este modelo de juego, totalmente dominante con el balón, me importa muchísimo, soy un obsesionado de la posesión del balón, pero no de tenerla por tenerla, sino para atacar, para generar ocasiones y hacerle daño al contrario”, dice Xavi, quien recuperó la eficacia del 4-3-3.

Más allá de que la llegada de fichajes como Ferrán Torres y Aubameyang han elevado el nivel del equipo, la producción ofensiva obedece a lo que Xavi imagina obsesivo en su pizarra. Bajo su mando, el equipo ha anotado 55 goles. Sólo en cuatro de sus 28 encuentros se ha quedado sin marcar, un contraste con lo plano que era el equipo antes de su llegada.

RACHA DEL BARCELONA SIN PERDER

ALAVÉS 0-1 BARCELONA
BARCELONA 4-2 ATLÉTICO
ESPANYOL 2-2 BARCELONA
BARCELONA 1-1 NAPOLI
VALENCIA 1-4 BARCELONA
NAPOLI 2-4 BARCELONA
BARCELONA 4-0 ATHLETIC
ELCHE 1-2 BARCELONA
BARCELONA 0-0 GALATASARAY
BARCELONA 4-0 OSASUNA
GALATASARAY 1-2 BARCELONA
REAL MADRID 0-4 BARCELONA
BARCELONA 1-0 SEVILLA
EINTRACHT 1-1 BARCELONA
LEVANTE 2-3 BARCELONA

Los números son el resultado de acciones concretas, Xavi ha sabido recuperar la mejor versión de sus futbolistas. El mediocampo, conformado por Busquets, De Jong y el dinamismo de Pedri y Gavi, dos jóvenes determinantes, ha vuelto a ser dominante. El hecho no es obra de la casualidad, sino de una idea: la de la superioridad numérica y el milagro que a veces supone encontrar al hombre libre en un horizonte congestionado. “Mi equipo tiene que tener el balón, yo sufro cuando no lo tengo, ya me pasaba cuando era futbolista, y ahora más en el banquillo, por eso hago todo lo posible para dominar el partido a través del balón, a través de la posesión. Al final lo que busco es generar superioridades numéricas para tener el balón y generar muchas más ocasiones que el contrario”, explica Xavi. La estadística le da la razón: en sus 28 encuentros sólo en uno ha tenido la pelota menos que su rival, fue en la derrota 3-0 ante el Bayern Múnich, con un porcentaje del 48 por ciento.

Otro de los puntos donde el efecto Xavi es palpable es en el juego de los extremos. Ousmane Dembélé, quien había estado perdido en la irregularidad, finalmente es un jugador maduro. El francés es determinante desde la punta derecha, lo mismo Ferrán Torres desde la izquierda. Incluso Jordi Alba, Sergiño Dest y Dani Alves entran en esa dinámica. “En la fase de posesión, cuando nosotros tenemos el balón, lo más importante es ensanchar el campo y abrir, lo más abierto posible y lo más profundo posible”, piensa Xavi, en su afán de hacer circular el esférico en busca del espacio. Las llegadas encuentran destino en el instinto de Aubameyang, el nueve que le hacia falta al Barça desde la marcha de Luis Suárez.

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FACETA DEFENSIVA

Antes de la llegada de Xavi la defensa del Barcelona sufría en el campo abierto. A Piqué le faltaba velocidad y a sus acompañantes experiencia. El estratega ha minimizado los riesgos con el concepto de la presión tras pérdida. Aunque el contragolpe a veces es inevitable, las posibilidades se reducen si se juega en terreno enemigo, cuando esto falla, sin embargo, el equipo es vulnerable. “A mí me interesa como entrenador jugar lo máximo posible en campo contrario, y si nos aprietan alto lo más importante es pasar la línea del mediocampo y atacar”. La defensa, sin embargo, es de las áreas de oportunidad del equipo. El Barça de Xavi ha recibido 31 goles y ha dejado en ceros a su rival en nueve ocasiones. La salida del balón ha de ser pulcra en los pies de los centrales, un requisito invaluable en el modelo de juego.

LOS NÚMEROS DE XAVI

PARTIDOS: 28
VICTORIAS: 16
EMPATES: 8
DERROTAS: 4

GOLES A FAVOR: 55
GOLES EN CONTRA: 31

BARCELONA ANTES DE XAVI
PARTIDOS: 13
PUNTOS: 18
LUGAR: 9

BARCELONA EN LA ACTUALIDAD
PARTIDOS: 30
PUNTOS: 60
POSICIÓN: 2

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