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27, abril 2022 - 13:14

┃ Paco G. Vilchis

brayan monsalva

PACO G. VILCHIS

FOTOS: TNT SPORTS

Si hay una posición distinta en el futbol, y tal vez la más injusta, es la de portero, jugador que vive cosas raras desde su lugar de acción, es quien más recibe críticas y groserías por parte de la afición contraria, al tenerla más cerca que el resto de sus compañeros. Para muestra de ello esta la penosa acción que convirtió en algo divertido el guardameta del San Luis de Quillota del ascenso del futbol chileno, el polémico Brayan Manosalva, quien el pasado jueves vivió una tarde de locura en su visita a la complicada cancha del Puerto Montt, el estadio Bicentenario de Chinquihue.

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El duelo correspondió a la décima fecha del certamen de la Primera B del balompie de las tierras andinas. Todo normal, como en cada partido y al calor del compromiso, la afición de los locales, cuando le tocó al portero estar en el área cercana a las porras, éste recibió cualquier cantidad de insultos y, al mismo tiempo, le comenzaron a aventar varios proyectiles, vasos de cervezas, encendedores y, en particular varias monedas, que por fortuna no le ocasionaron daño a Brayan.

Las acciones de las barras del Puerto Montt fueron tomadas con mucha inteligencia por el guardameta, quien al finalizar el partido, en lugar de molestarse, con mucha calma, tomó cada una de las monedas que le lanzaron y las reunió sobre sus guantes, logrando reunir la cantidad de mil 700 pesos chilenos, algo así como 41 pesos mexicanos.

Muy contento y entre risas por haber recogido la ‘plata’, principalmente del área chica y de dentro de la portería, indicó para el periódico Las Últimas Noticias que “Esta vez me tocó jugar con la barra en contra atrás, íbamos ganando, no se le estaban dando las cosas y me las tiraron; la mayoría de las monedas estaban dentro del arco y en el área chica. Eran como 1.700 pesos (41 pesos mexicanos), recuerdo que era una moneda de 500 y el resto de 100″. 

Durante el encuentro el silbante central no hizo nada para detener las agresiones de la afición en contra de Manosalva, quien tras juntar su dinero y otros objetos útiles, optó por darle lo recaudado a una persona del público sin saber de quién se trataba. El partido terminó 1-1 y las buenas actuaciones del portero, que enfurecieron a las barras rivales, evitaron la caída del San Luis en patio ajeno.

“Le dije al árbitro todo lo que me habían tirado, que debía estar más atento. En el segundo tiempo sucedió todo. Estaba muy concentrado en el juego y cuando hacía los saques de fondo, se notaba que caían varias monedas. Es primera vez que me lanzan tantas cosas. El arquero está acostumbrado a los insultos, los gritos, aunque todo es parte de la profesión“, compartió el guardameta al mismo periódico. 

La barra se enardeció más, pero dejó de lanzar objetos cuando vieron como Manosalva se decidió a juntar el dinero, como retando a la porra que se quedó con el coraje por no obtener una vital victoria. “En general el deporte es raro, la gente está más agresiva y mi familia me llamó después del partido, preocupados. Este día en Puerto Montt mi mujer estaba preocupada, pero dentro de todo hay que acostumbrarse a cómo está la situación”, confesó Brayan Manosalva. 

NO SÓLO AVIENTAN MONEDAS A LOS FUTBOLISTAS

Es muy normal que en los partidos de futbol avienten toda clase de objetos a los jugadores, principalmente a los porteros y a los cobradores en los tiros de esquina. De vez en cuando, esos proyectiles sí llegan a lastimara los futbolistas y es donde todo toma otra dimensión.

Pero fuera del daño físico que puede causar, muchos jugadores han optado entrar en el juego con las barras que los agreden y responden de maneras muy curiosas. Por ejemplo, es muy común que les avienten vasos con cerveza, los mismos que muchas veces son tomados por los futbolistas y simulan o incluso sí lo hacen verdaderamente, el beber de esos mismos recipientes, como agradeciendo de forma irónica el refrescante regalo.

En temas de racismo, muy normal en Europa, a algunos jugadores de color les han llegado a lanzar plátanos, asumiendo que son unos monos, pero varios futbolistas, en vez de engancharse, han preferido tomarlo con calma, pelar la banana y darle un buen mordiscoLo mismo pasa con los hielos, que son tomados por los jugadores para pasarlos por su cabeza y darse una buena refrescada y después morderlos.

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