Álvaro Zaldaña

FOTO: Martín Montiel | ESTO

A pesar de que México es un país con un fuerte arraigo al futbol, no todos los niños sueñan con jugar en América, Chivas o Cruz Azul. Algunos tienen como objetivo triunfar en el beisbol nacional y luego dejar una huella en las Grandes Ligas, pero todo tiene un comienzo, y en el caso de la “pelota caliente” de la Ciudad de México esos centros de formación son la Liga Olmeca y la Liga Maya.

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Sus instalaciones se encuentran al sur poniente de la capital y desde hace más de 63 años se han dedicado a formar niños y niñas de todas las edades, y los ayudan a conquistar sus sueños en el beisbol.

“Lo que más me gusta son las emociones que pueden pasar en un juego y los reflejos que tienes que manejar. Entrenar aquí es muy divertido porque puedo estar con mis amigos y jugar a lo que más me gusta”, señaló Mateo de la categoría de infantil en la Liga Olmeca para ESTO.

Justamente entre los 10 y 12 años, los niños comienzan a desarrollar su razonamiento, mientras que al mismo tiempo pasan por cambios físicos importantes. Practicar beisbol les ayuda a estabilizarse.

“El deporte les ayuda formarse porque implica disciplina y responsabilidad, es una actividad que les hace pensar todo el tiempo que va a pasar y por eso les ayuda al desarrollo lógico y de razonamiento. Es como una escuelita. Tomas más consciencia de las situaciones”, aseguró Alberto Méndez, coordinador de managers de la Liga Olmeca en entrevista.

Aunque parezca lo contrario, los niños también pasan por distintas presiones como la escuela y que les causan estrés, pero una pelota, un guante y un bate son más que suficiente para que puedan lidiar con ello.

“Es una forma de liberarte de las tensiones, bateando puedes desquitarte de muchas cosas como tus enojos y tristezas, se te olvida todo y si das un buen batazo te sientes feliz”, nos comentó Andrei, jugador infantil de la Liga Maya.

Además de todo lo mencionado, en las ligas Olmeca y Maya también se beneficia la comunicación social de los niños. Algunos llegan herméticos y con mucha timidez, pero a lo largo de los entrenamientos consiguen abrirse con sus compañeros y formar una familia y amigos. Algo muy importante a su edad y que repercutirá cuando crezcan.

“Que entrenen desde tan pequeños crea disciplina, da muchos valores, los ayuda con el compañerismo y a interrelacionarse, hay niños que cuando llegan son muy hiperactivos y lo agarran para calmarse, hay otros que no hablan y después tienen amigos por todos lados. Es un deporte muy bonito, tienen muchas experiencias, viajan mucho, conocen muchos lugares. Todo suma”, detalló Oswaldo Caraballo, coach de la Liga Maya.

TRAVESURAS Y RESPONSABILIDADES

Lo más complicado para los managers y directivos de las instituciones es encontrar un equilibrio entre las risas, travesuras e hiperactividad de los niños, con la responsabilidad de un entrenamiento o el tener que levantarlos emocionalmente después de una derrota.

“Es un todo un reto, pero las derrotas son las que forjan el carácter de estos niños. Cuando ven que las cosas salen mal algunos se caen y nosotros tenemos que hacerles entender que nada está perdido, que así es la vida y así es el beisbol, se trata de levantarse ante las adversidades”, apuntó Bernardo Tapia, manager de la Liga Maya.

Mientras que Rogelio Hernández, presidente de la liga expresó que para los adultos encargados: “Ver a los niños reír y hacer travesuras todos los días es lo que nos nutre, esa es la finalidad que tenemos, que sean felices y después que se hagan competitivos, que lo aprendan pero que se diviertan”.

LA IMPORTANCIA DE LOS PADRES

Para los niños es fácil levantarse un día de la cama y decidirse por entrar al beisbol, sin embargo, los que deben absorber los gastos son los papás, además de ser sus principales apoyos para desarrollar una posible carrera. Por lo que su aporte es más que indispensable.

“Mi hijo mayor lleva ya 14 años jugando, no fue nuestra primera opción, a mí ni siquiera nos gustaba el beisbol, pero en cuanto comenzó a entrenar se enamoró. Cuando le dieron un bate y tocó una pelota quedó fascinado. Llega un momento que cómo papá ves a tu hijo tomar el bate, lanzar la pelota o correr las bases, y te das cuenta que disfrutan lo que hacen, que son felices y eso es lo más importante para nosotros”, dijo Jacobo Hernández, padre de familia.

Las categorías en las Liga Maya y Olmeca van desde los tres hasta los 16 años. Hay equipos varoniles, mixtos y femeninos tanto en el beisbol como en el softbol y el costo por la temporada de nueve meses va desde los 3 mil hasta los 10 mil pesos aproximadamente.

Dentro del costo incluye los uniformes y accesorios para jugar. ¡Play ball!

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