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TONATIUH G. TRUJILLO
ENVIADOS ESPECIALES

GUADALAJARA.- Nadie se movió de sus lugares, pues el final fue cardiaco y emocionante.
Atlas y Monterrey brindaron un espectacular cierre de partido, pues en los últimos diez minutos del encuentro, ambos equipos lograron mostrar su máximo nivel para registrar un 2-1 a favor de los rojinegros. Los goles por parte de los Zorros fueron obra de Juan Carlos Medina y Alfonso González, quien convirtió por la vía de la pena máxima. Por su parte, Luis Madrigal acortó distancias en el marcador.
Con este resultado los pupilos del “Jefe” Boy lograron colarse hasta el octavo lugar de la tabla general; mientras Rayados continúa mostrando irregularidad pues con este descalabro cayeron hasta décimo quinta posición. Ahora los hombres del “Turco” deberán enfocarse en el duelo pendiente de los cuartos de final de la Copa MX ante Correcaminos.

EMOCIONES
Los suspiros y las emociones no se hicieron esperar.
En cuanto el balón rodó en la cancha del Jalisco, Atlas lanzó su primer ataque. Aldo Leao pegó un zapatazo que culminó entre los brazos de Orozco, situación que hizo que el público asistente se levantara como de rayo, pero la frialdad con la que el cancerbero tomó el esférico calmó la efervescencia rojinegra.
Los planteamientos tácticos de Mohamed y Boy eran claros, ambos deseaban ganar.
El “Jefe” sorprendió en el medio campo, pues utilizó a Juan Pablo Rodríguez como volante de contención, mientras González y Leao se encargaron de la distribución de los balones; y por su parte el “Negrito” Medina incursionaban por la banda derecha y apoyó al camiseta “10” en la recuperación de la pelota, mientras Barragán y Suárez únicamente esperaban en la parte alta pelotas para intentar desbordar a la bien plantada zaga norteña comandada por Mier, Medina, Meza y Juárez, quienes contuvieron todos los embates de los Zorros, quienes no tuvieron llegadas claras sobre la meta de Jona.
Por su parte el “Turco” quería hilar su segunda victoria consecutiva, por lo que mandó un equipo rápido y vertical, el cual se mostró muy temprano en el encuentro. En la mitad de la cancha Mejía y Cardozo lograron despojar en más de una ocasión al “Chato” Rodríguez, Ponchito González y Leao de la pelota para surtir de balones a Chará, Pabón y Cardona, quienes perdonaron en más de una ocasión, pues sus disparos culminaban en las manos de los aficionados, por lo que los abucheos retumbaron los cimientos del coloso de la avenida Independencia.
Conforme los minutos transcurrían, el duelo se concentró en la mitad de campo y se tornó en una lucha encarnizada por el balón, situación por la cual hubo algunos golpes, pero nada con consecuencia y solo un par de tarjetas amarillas. Así fue como ni el “Turco” ni Boy lograron abrir un cerrado encuentro.

NEGRA ASTUCIA
Para la parte complementaria, Tomás decidió darle ingreso a Venegas, por lo que retiró de la cancha a Kannemann con el afán de darle más solidez a su defensa que en el primer tiempo se vio ligeramente superada por los regios.
El cambio le vino bien al equipo del “Jefe”, pues los norteños no generaron llegadas sobre el arco de Federico Vilar, quien se convirtió en un espectador más. Mientras Rayados intentaba descifrar la estrategia Rojinegra, Atlas se volcó al frente tocando constantemente sobre el arco de Orozco, quien salvaguardó su meta en un par de ocasiones, hasta que… Tanto va el cántaro al agua que se rompe…
Los cimientos del Jalisco se cimbraron, asemejando un terremoto de 8.5 grados en la escala de Richter y no era para menos, le cayó la “Negra” noche a Monterrey. En un tiro de esquina, Juan Carlos Medina aprovechó la desatención de la zaga visitante para perforar la meta de Orozco.
Ya con el gol a favor, los zorros se desbordaron al frente, buscando sentenciar el encuentro, hasta que en una polémica jugada, Chacón marcó una pena máxima, la cual aprovechó “Ponchito” González para poner el 2-0 en la pizarra.
Con el marcador en contra, Tony Mohamed, ingresó a Luis Madrigal con el afán de intentar emparejar el duelo. El movimiento le surtió efecto, pues Madrigal acortó distancias al fusilar dentro del área a Federico Vilar.
El 2-1 en la pizarra y a un par de minutos del silbatazo final hizo que los ánimos se calentaran por lo que se generó una ligera trifulca, algo que no paso a mayores, pues el nazareno decretó el final del encuentro.

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