JAVIER JUÁREZ

FOTO: RAMÓN ROMERO

Zapopan.- Los seguidores de Chivas son capaces de todo, hasta de apoderarse de la calle. Primero fueron decenas, luego cientos y puede ser que el conteo llegó a los mil aficionados, la gente rojiblanca se reunió en el hotel de concentración del Rebaño para alentarlos antes de enfrentar al Atlas en el regreso de los cuartos de final, tanta multitud provocó que las autoridades cerraran la avenida de las Rosas, lugar en el que se encuentra su sede.

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La gente llegó de todos lados, muchos con banderas, otros con playeras rojiblancas, hasta máscaras y mantas, todo lo necesario para apoyar a Chivas.

El Rebaño llegó al lugar luego de realizar su entrenamiento vespertino, tradicionalmente los jugadores entran por la puerta principal, pero la gente bloqueó esa entrada y el autobús tuvo que ingresar por otro lado.

La gente se multiplicó, los últimos rayos del sol se fueron, eso indicó el inició de la verbena. Los aficionados sacaron las trompetas, tambores y hasta bombas de humo. Los cánticos se entonaron a todo pulmón: “Que regresen esos años de tantos campeonatos, vamos rojiblancos”, dijeron en coro.

Muchos aficionados se olvidaron del cubrebocas, en Jalisco no es necesario usarlo, eso queda a consideración de la gente.

La fiesta rojiblanca siguió, más cantos, brincos y luces rojas, algunos seguidores se subieron a los toldos de sus automóviles para alentar.

Los cánticos fueron variados, muchos para apoyar a Chivas y otros en contra de Atlas, la enemistad deportiva entre el Rebaño y los Zorros es añeja, los dos clubes dividen a la ciudad, Leones Negros acapara a otra parte de los aficionados.

La Irreverente y la Barra de la Reja fueron los que guiaron los cantos, los grupos de animación de Chivas no van a poder ir al estadio Jalisco, por eso se reunieron antes del partido.

La gente cantó, saltó y ondeó sus banderas durante dos horas, los jugadores estuvieron el interior del hotel, algunos se asomaron por los cristales.

Las trompetas y tambores siguieron varios minutos más, luego la gente se comenzó a disolver. Los automóviles acompañaron el ruido con el sonido de su claxon.

La gente no abandonó a los jugadores, a mitad de la temporada hubo roces, pero eso quedó atrás. Chivas sintió el cobijo de sus aficionados en busca de revertir el resultado y alcanzar las semifinales.

El Rebaño está listo para buscar el triunfo, quedarse con el orgullo tapatío e intentar eliminar al campeón rojinegro.

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