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Mira

15, mayo 2022 - 13:24

┃ José Ángel Rueda

leclercferrari

JOSÉ ÁNGEL RUEDA 

FOTO | REUTERS

Lo que parecía una tarde apacible para Charles Leclerc dentro del Gran Premio Histórico de Mónaco se convirtió en una pesadilla. El piloto francés conducía el histórico Ferrari 312T de Niki Lauda cuando de pronto un problema con los frenos a la altura de La Rascasse lo hizo derrapar hasta estrellar la parte trasera del auto con el muro de contención.

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A través de los videos que llegan desde el circuito de Monte Carlo se puede ver como el piloto conduce a una velocidad moderada, cuando de pronto justo al momento de entrar en una curva el icónico auto que llevó a la gloria al piloto austrico en la década de los setentas hace un movimiento extraño, para luego colisionar con el muro. En la pista quedaron partes de la carrocería y el alerón trasero sufrió algunos daños. Luego de unos segundos Leclerc, aún impactado por lo sucedido puso en marcha el monoplaza y continuó con su camino.

“Cuando crees que ya has tenido toda la mala suerte del mundo en Mónaco… pierdes los frenos en La Rascasse con uno de los Ferrari más icónicos de la historia”, escribió el piloto francés en su cuenta de Twitter.

Las palabras de Leclerc tienen su fondo, no sólo hacen alusión a lo que ocurrió este domingo durante la exhibición. En su etapa de juvenil el francés experimentó severos problemas en Mónaco al abandonar dos carreras. La maldición no paró cuando debutó en la Fórmula 1 y la mala suerte lo acompañó durante las ediciones 2018, 2019 y 2021. En la última la situación llegó al límite, cuando un problema en su auto le impidió correr más allá de que durante la clasificación había obtenido la pole position.

Lo de este domingo generó furor en los espectadores, sobre todo por la historia del 312T. Y es que Niki Lauda es considerado como uno de los pilotos insignia de la escudería italiana, no sólo por su destreza dentro de las pistas, sino por el equipo que logró conformar. El austriaco fichó con Ferrari en 1974 y luego de una primera campaña de reconocimiento, logró su primer título en 1975. Un duro accidente impidió que repitiera el título un año después, sin embargo, en 1977 sí que pudo revalidar el campeonato con los de Maranello.

Más de 40 años después aquel auto con el que Niki Lauda construyó su leyenda volvió a salir a las pistas, lo hizo durante el Gran Premio Histórico de Mónaco, un evento de exhibición que se creó en 1997 como parte de las festividades de los 700 años de la Dinastía de los Príncipes de Mónaco y que se ha convertido en toda una tradición. Una de sus particularidades es que sólo pueden correrlo autos construidos antes de 1980, lo cual genera una sensación de nostalgia en todos los espectadores.

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