MIGUEL ÁNGEL MÚJICA

Foto: @miseleccionmx

La preparación del Tricolor no frenta. Gerardo Martino quiere a sus jugadores en la mejor forma posible para el verano ajetreado que se viene y por eso los tiene en doble sesión para que la fuerza y el ritmo se mantengan.

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En Dallas, la Selección Mexicana comenzó temprano las actividades. El gimnasio fue el lugar donde los jugadores comenzaron su día. Después de una pequeña charla, todos comenzaron con el cardio en las bicicletas estáticas y de ahí se pasaron a los ejercicios con los aparatos. Las pesas fueron lo más solicitado. El Tricolor tendrá que mostrar fortaleza ante el reto que significará Nigeria el próximo sábado. Los africanos se caracterizan por su potencial físico y los jugadores aztecas no se quieren quedar atrás.

El buen ánimo fue la característica principal de la práctica. La resistencia hizo que algunos hasta hicieran competencias para saber quién cargaba más peso. Sorprendentemente Guillermo Ochoa fue de los que más cargó, junto a Edson Álvarez. Ambos se acomodaron y compitieron, pero sin buscar un triunfador, solamente se divirtieron.

Otros como Érik Lira y Roberto Alvarado se quedaron un rato más con las flexiones. Colgados del aparato, comenzaron a subir y bajar hasta que uno se cansara. El cementero resistió bastante, pero el del Guadalajara se llevó la competencia con mucha tranquilidad.

Después de más de una hora con la fortaleza mental y física, todos se retiraron para tomar un baño, relajarse y comer, aunque el día no había terminado.

La tarde comenzó a caer en tierras texanas y el Tricolor saltó al campo de entrenamiento. La práctica no fue extenuante ni mucho menos, pero sí tuvo su toque de esfuerzo. Los jugadores trotaron, la pasaron bien y después estiraron. Una pequeña pretemporada es la que viven, el fin de semana se verán los resultados frente a las Súper Águilas Africanas.

El momento de tocar el balón llegó de inmediato. Los jugadores se pusieron en orden para comenzar con disparos al marco. La visión de todos lució perfecta, incluso hasta Marcelo Flores se notó preciso, observó a su compañero el esférico y lo puso lejos de los lances de Alfredo Talavera y Carlos Acevedo. México luce aceitadito para los amistosos que tendrá en un futuro inmediato.

Así entrenó el Tricolor, con la consciencia de que los retos que tenga serán grandes, pero con la tranquilidad de que solamente buscarán pulir el funcionamiento, ese que en la eliminatoria les faltó en algunos momentos.

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