Chivas y Rayadas no sacaron ventaja en la ida del Campeón de Campeones

Javier Juárez
FOTO: Ramón Romero | ESTO
Enviados

Zapopan.- Chivas acaba de coronarse en liga, pero eso no es suficiente para ellas, las rojiblancas quieren otro título antes de irse de vacaciones, eso intentó el Rebaño, por eso jugó con intensidad, lastimosamente para ellas la gasolina se les agotó, tanta actividad les cobró factura. Rayadas vino de menos a más y les alcanzó para sacarle el empate a las locales. El 1-1 dejó la moneda en el aire. El lunes en el BBVA es el desenlace del Campeón de Campeones.

El Rebaño guardó a parte de su armamento. Juan Pablo Alfaro le dio descanso a Blanca Félix, la figura de la final contra las Tuzas estuvo en la banca, la portería la cuidó Celeste Espino, otras jugadoras que tuvieron reposo fueron Araceli Torres y Casandra Montero.

El Pato se cubrió con futbolistas como Licha Cervantes y Caro Jaramillo, dos de sus pilares, precisamente fue Carolina la que se quitó a Rebeca Bernal en el área y luego con mucha calma definió a un costado de Alejandría Godínez. En ese instante todo era fiesta.

El triunfo tomó forma, pero luego Chivas cometió el error de ser displicente, las rojiblancas pensaron que el segundo gol iba a llegar en cualquier momento, eso provocó que bajaran la guardia y que Rayadas creciera.

Chivas pudo ampliar el marcador en dos ocasiones, primero en un remate de cabeza de Michelle González que dio en el poste y luego en una jugada de Licha Cervantes, Alicia pudo pasarle el balón a Jaramillo para que marcara a placer, pero la delantera quiso hacer la jugada personal y le robaron el esférico.

Luego de eso llegó la respuesta de las regias. Eva Espejo metió a Desirée Monsiváis y de manera automática Rayadas fue más insistente enfrente.

El Rebaño tuvo la oportunidad de finiquitar el juego, no lo hizo y lo lamentó. Rebeca Bernal se sacó la espina, metió un centro preciso al área y Christina Burkenroad con su pie derecho le pegó al balón para superar a Espino.

Los papeles se invirtieron, Rayadas encimó a las locales, el cansancio y la desesperación le cobró factura a Chivas.

Las regiomontanas se notaron más peligrosa, pero no lograron marcar un segundo tanto. El tiempo expiró. Nada para nadie. La moneda quedó en el aire.

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