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29, mayo 2022 - 6:00

┃ Javier Juárez

césar andrade

JAVIER JUÁREZ / ENVIADO

FOTOS: RAMÓN ROMERO  / ENVIADO

Zapopan.- “Estoy entrando al estadio, todo es diferente. Antes entraba corriendo, ahora utilizo muletas y prótesis para caminar. Las miradas hacia mí son distintas. Anteriormente eran de alegría, hoy son de lástima. Ayer corrí al lado de mis compañeros, hoy sólo me queda observar, solamente eso, observarlos”. Ese es el primer párrafo en el Capítulo 1 del libro de César Andrade “El partido más difícil de mi vida”. 

César deslumbró en Atlas, sus regates eran su carta de presentación. Luego, el 10 de noviembre de 1999 su vida cambió. Andrade salió a un bar, manejó a exceso de velocidad y tuvo un accidente automovilístico en el Periférico de Guadalajara. El resultado fue una fractura de fémur expuesta. Andrade, oriundo de San José de Iturbide, perdió la pierna derecha.

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El libro fue “un proyecto que inicié recién me accidenté, estaba dolido con la vida, empecé a escribir y se convirtió en mi terapia”, comentó.

Andrade se quedó a vivir en Jalisco, ESTO lo visitó en su casa. César es amigo de Eddy Reynoso, el manager de Saúl Álvarez, por eso tiene sus guantes autografiados del pugilista. Esas piezas que el Canelo le firmó lo representan a él. Perdió un round, pero sigue en la pelea: “Ya han pasado muchos años, ha sido un proceso de aceptación, los primeros años fueron de duelo, complicados, luego te das cuenta de que es una oportunidad para hacer otras actividades, han pasado veintitantos años, yo estoy muy tranquilo, muy en paz, disfrutando lo que tengo y con muchas ganas de seguir disfrutando este regalo que es vivir”, expresó César.

Cada capítulo de su libro es revelador: “Escribí cosas que me sucedieron, luego me di cuenta del gran regalo que es estar vivo, me eché un clavado a mi interior y simplemente fue eso, una terapia”, recalcó.

 

CÉSAR ANDRADE NUNCA TIRÓ LA TOALLA

Zapopan.- César Andrade estuvo cerca de ser campeón. Atlas llegó a la final del Verano 1999 y la perdió en penaltis contra Toluca. Esa final Andrade la tiene fresca: “Yo empezaba mi carrera, recuerdo esa final con gran emoción, llegar a la final fue cansado, estresante, pero con una gran satisfacción, el partido se jugó al cien por ciento, estoy seguro que todos los que participamos en esa final dimos nuestro mejor esfuerzo, para mí queda como una gran satisfacción, había gente con mucha exigencia, todos entendimos el sistema de juego que el profe Ricardo La Volpe nos inculcó, hicimos todo lo que nos pedía, fue una gran satisfacción haber pertenecido a ese grupo de jóvenes, todos queríamos trascender, realmente fue una final espectacular, el estadio Jalisco, la Bombonera llena, fue muy bonito”, narró. 

 

Veintiún años después Atlas llegó a otra serie de penaltis para definir al campeón, pero el desenlace fue diferente. Andrade celebró como miles de seguidores rojinegros la segunda estrella: “A el partido de León no pude ir, pero el del Jalisco sí fui, me invitaron, el marco estaba hecho para ser campeones, la verdad es que Atlas se lo merecía, jugó muy bien, fue muy efectivo, me tocó verlo en el estadio, la sensación desde que falló el ‘Chapito’ Montes el penalti era de que se iba a ser campeón, luego viene Julio Furch y lo mete, se me vinieron a la mente imágenes de muchas amistades que han sido rojinegros toda su vida luego del gol fue el júbilo, yo nunca había visto campeón al Atlas, era la primera ocasión, fue algo muy bonito, muy padre, esta afición se lo merecía, se rompió la racha y ahora están en otra final cerca de lograrlo, ojalá que no sea una final, que sean tres o más,  una década de éxitos para el Atlas estaría muy padre”, expresó César.

 

Andrade jugó nueve meses de manera profesional, marcó goles, estuvo en la final del Verano 1999 contra Toluca e incluso llegó a la selección nacional. Ese tiempo lo disfrutó: “Creo que lo que se vivió fue bien vivido, no tengo ningún reproche de nada, fue un año, pero fue nunca falta entrenar, siempre quise seguir mejorando, metí algunos goles, me tocó ser parte de ese gran equipo, entonces se jugó lo que se tenía que jugar, no hay nada guardado, estoy en paz”, recalcó. 

Andrade les aconsejó a los futbolistas jóvenes que “no se separen de su familia, siempre es bueno tener a un lado a alguien que te vio desde que naciste, eso es muy importante y nunca dejen de mejorar, en esta vida tienes que ser constante, dedicarte a lo que te gusta y que paguen es genial”, dijo. 

César cumplió su sueño. Atlas es parte de su vida. La campana nunca sonó y sigue en la pelea: “Jugué un año como profesional, dicen que uno no debe vivir del recuerdo, pero para mí esos recuerdos son muy importantes en mi vida, de niño solamente soñaba con algún día jugar dentro de la televisión y luego lo logré”, dijo.

 

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