POR MIGUEL ÁNGEL MÚJICA
FOTOS: MARTÍN MONTIEL

FRESCOS, risueños, bromistas, juguetones, así se ve a los jóvenes Pumas, que se han conjuntado con otras generaciones para formar un ocho de Cantera que ha venido a rescatar al equipo –en los dos últimos partidos- del sótano general y a salvar a su técnico, Guillermo Vázquez, del inminente cese.

Las fuerzas básicas siempre ha sido el pulmón que Pumas ha utilizado para forjar su mítica historia. Nombres como Arturo Vázquez Ayala, Leonardo Cuéllar, Hugo Sánchez, Luis García, Claudio Suárez, entre muchos otros, son los que al final de cuentas le han dado los títulos que ostenta el Club Universidad.

Hoy, el “Pollo” Alfredo Saldívar, Omar Islas alternado con Josecarlos Van Rankin, Luis Fernando Quintana, Luis Fuentes, David Cabrera, Javier Cortés, Jesús Gallardo y Eduardo Herrera han cargado con el grupo. Lo han hecho ellos, a falta de la eterna adaptación que padecen los extranjeros. Salvo Darío Verón, Ismael Sosa y el “Hachita” Ludueña, hoy permanentemente lesionado, los demás, “han quedado a deber”, en palabras de Antonio Sancho, vicepresidente deportivo auriazul.

Así, Jhonathan Ramis, Gerardo Alcoba, Dante López y Silvio Torales todavía no muestran el nivel que los ha hecho arribar a la Liga MX.

En los últimos tiempos, los felinos han dejado de producir jugadores de calidad que reditúen campeonatos.

Quizá Javier Cortés simboliza el último eslabón que ha llevado al club de sus amores a levantar un trofeo. Sí, canterano.

En cambio, los extranjeros han llegado a plagar las filas del cuadro auriazul en los más recientes años. Solo por nombrar la última temporada, se muestran bajas en el renglón de los no nacidos en este país, como Diego Lagos, Francisco Dutari o el mismo Martín Romagnoli. No es extraño que la cantera haya dejado de ser la fuerza universitaria, pues hombres con calidad como Érik Vera, Aarón Sandoval o incluso Carlos Campos, por nombrar algunos, tuvieron que salir de la institución para probar suerte en la Liga de Ascenso u otros lares, con tal de cumplir su propio sueño.

Aunque sea por accidente, Memo ha tenido que recurrir a la cantera. Y los resultados han sido inmediatos: dos triunfos, tres goles a favor, uno en contra y a cuatro puntos de zona de Liguilla. Atrás han quedado rachas adversas y dos clásicos perdidos.

No es sorpresivo, regresar a las bases es lo que le está funcionando a Pumas, por lo menos en estas dos últimas semanas.