POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

EL matador de toros capitalino Ignacio Garibay, avecindado en Querétaro, había estado alejado de su carrera taurina desde hace un par de años; los motivos, sólo él los conoce, lo que podemos decir es que tal vez tenía que detenerse de tajo para replantearse sus ilusiones, porque cualidades siempre le han sobrado. Este año todo parece indicar que estará de regreso en los ruedos, cosa que desde el año pasado tomó forma con su reaparición en la inauguración del Coliseo Yucatán, al lado de Joselito Adame y Diego Silveti. Aquella vez, Nacho entró en sustitución de Juan Pablo Sánchez, a quien le cornearon en Juriquilla. Nos cuentan que le llamaron a Garibay a medianoche del sábado para torear unas horas después. Y vaya tarde que tuvo el torero, quien de no haber fallado con la espada sale a hombros. Pero lo más increíble fue la forma en que se ha mantenido, ya que parece que jamás ha dejado de torear, lo que habla de un torero siempre puesto y que está para darle pelea a los toreros jóvenes, pues aunque Nacho cuenta con 15 años de alternativa y 39 de edad, posee ahora más que nunca una frescura que reencontró gracias a que se alejó de los ruedos un rato. Pero eso de que estuvo inactivo fue sólo por las noches, a la hora de dormir, pues jamás dejó de torear en festivales y una que otra tarde por ahí, pero que de todos modos dio de qué hablar, ya que consiguió salidas a hombros y hasta indultos. Tal vez esa tarde en el Coliseo de Mérida fue lo que le faltaba para darse cuenta que lo suyo, lo suyo, es estar delante de los toros, porque a pesar de caminar otras veredas para el bienestar de su familia, finalmente Nacho sabe que nació para ser torero.
Y decimos que la chispa resurgió en Mérida porque la magnitud del cartel era para dar miedo, pero Garibay afrontó el reto ante dos matadores que hoy por hoy son unos leones: Adame y Silveti. Ha hecho su parte a la altura de la papeleta, seguro que su mecha prendió con fuerza nuevamente, lo cual también convenció a las empresas de su regreso, con nuevos bríos, renovado y mejorado.

TEXCOCO Y JUÁREZ
Ayer fue anunciado para actuar en Ciudad Juárez el próximo 10 de abril, nada menos que acartelado con Pablo Hermoso de Mendoza y Juan Pablo Llaguno, la figura y el recién alternativado que se come el mundo de un bocado. Y para el 29 de marzo se anuncia en la feria de Texcoco, con Joselito Adame y Sergio Flores. Dos carteles que hablan de sus capacidades y que le han vuelto a poner en sitio, donde siempre estuvo, gracias a que Nacho es un torero las 24 horas, siempre listo para lo que surja, y más ahora.
Esperamos que no solamente toree estas tardes, ojalá que Garibay esté de regreso. Se le conoce muy bien por su extensa calidad, clase y vergüenza torera, además de ser uno de los mejores exponentes del toreo de verónica. Ignacio ha tenido una carrera única, egresado de escuelas taurinas de España y doctorado allá; participante de tardes importantes en la plaza México, como de 5 de febreros. Ha protagonizado una encerrona, la de san Miguel de Allende, donde estuvo cumbre. Y qué decir de sus últimas tardes en Madrid, donde la gente le reconoció su vergüenza torera. Y esto apenas es una muestra de lo mucho que ha expuesto en ruedos mexicanos, donde ha regado arte, alegría y sangre. Ignacio Garibay es de los toreros que bien merecen regresar y ser tomados en cuenta como lo están haciendo ya las empresas. Vamos a ver cuál es la última palabra del matador.