En el año 2009, las Chivas estaban participando en la Copa Libertadores; sin embargo, debido al problema sanitario de la Gripe A (H1N1), el equipo fue eliminado ese año y les dieron la oportunidad de regresar a la siguiente edición, arrancando desde los octavos de final y siendo un equipo protagonista de la mano de Adolfo ‘Bofo’ Bautista, quien guió hasta la final en Brasil al equipo tapatío.

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Por segunda vez en la historia, un equipo mexicano se metía hasta las instancias definitorias por el campeonato de clubes sudamericano, pero debían enfrentarse al poderoso Internacional. La ida fue un desastre, ya que el Rebaño cayó en el estadio Jalisco por 1-2, por lo que en la vuelta, debían jugar con desventaja en el marcador y ante miles de aficionados cariocas.

La vuelta se realizó en el estadio Beira-Rio en Porto Alegre, una plaza difícil, pero las Chivas nunca se dejaron intimidar por ello. Como ya es una costumbre previo a los duelos de talla internacional, los himnos de cada país se deberían entonar, un reglamente que la FIFA tiene y se comienza con el del equipo visitante, es decir el mexicano.

Al ritmo de una banda, se comenzó a oír el Himno Nacional de México; sin embargo, fue cortado de manera irrespetuosa y se comenzó a entonar el de Brasil, algo que generó la molestia de los jugadores aztecas, quienes respetuosamente guardaron silencio para oír el de los rivales.

Sin embargo, hubo una persona que no se dejó intimidar por esto. El ‘Bofo’ Bautista, claramente molesto por la desafortunada acción, decidió romper filas y ponerse a calentar, todo esto mientras se entonaba la música de los cariocas. La gente comenzó a meterse tan fuerte con Adolfo, que incluso se escuchaban más los pitidos contra el futbolista de las Chivas que el propio Himno.

Aunque esto fue catalogado como una falta de respeto por parte del ‘Bofo’, hay que recordar que también los brasileños lo hicieron con el himno mexicano, algo que en su momento fue aplaudido por los aficionados.