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24, junio 2022 - 11:00

┃ Yael Rueda

Brake

JOSÉ ÁNGEL RUEDA

Foto: Martín Montiel

Desde hace poco más de tres meses, en el gimnasio ubicado a un costado de la alberca Olímpica Universitaria, las notas del hip hop no dejan de sonar. Ahí, colocados en un círculo que conforma el tradicional cypher, la Selección de Breaking de la Universidad Nacional Autónoma de México entrena de cara a los próximos compromisos nacionales, pero también configura lo que podría ser el sueño olímpico en París 2024.

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El boom del breaking en los últimos años ha cambiado el enfoque. El hecho de que para los próximos Juegos Olímpicos, el baile surgido en la ya lejana década de los 70 en el Bronx neoyorquino sea una de las 32 disciplinas le ha dado reflectores, pero también lo ha dignificado

Entre el grupo de breakers está Abigail Carrillo. Lleva una cola de caballo que se mueve como rehilete mientras hace los movimientos de potencia característicos. Tiene ya 18 años bailando. Recuerda como un momento determinante cuando vio a unos bailarines practicando capoeira, entonces buscó la manera de hacer algo parecido, y encontró el breaking en las calles, en el barrio. El inicio no fue fácil. Por aquel entonces pensar en la expresión urbana como una disciplina olímpica era lo más parecido a una locura.

“Nunca creímos verlo, porque siempre nos decían que éramos de la calle, hasta luego nos corrían, nos decían: ‘ahí están los vagos’. Como mujer también me decían que hiciera pasos de mujer, no de hombre. Cada paso en el breaking ha sido romper con cada estigma que tienen las personas”, dice. 

La duela donde practican tiene un significado oculto. “Del tiempo que llevo bailando he visto sus inicios y cómo ha ido creciendo, el pelear por un espacio, era como mendigar un pedacito de sol, una banqueta que no esté tan rasposa, me tocó bailar en una plaza con grietas, el hecho de que ya lo respeten y le den espacios dignos es ver el resultado de las generaciones que han peleado”.

Su pasión por el baile la ha llevado lejos. En diciembre pasado viajó a París para competir con los mejores exponentes del mundo. “Fue una de las mejores experiencias que he tenido de estos 18 años que llevo bailando, fue competir contra B-Girls que han ganado grandes eventos, fue un pique contra gente muy pro, que son muy reconocidos en el breaking a nivel mundial. Es esa sensación de echarte unos tiros con los gigantes. Eso motiva para alcanzarlos, algo que no es imposible, pero se tiene que trabajar”. 

NO HAY LÍMITES 

La sucesión de movimientos es como un torrente de creatividad. El trabajo de pies y las transiciones se alimentan de vistosos trucos. De bajadas y subidas, mientras el tiempo se convierte en algo relativo. “Me gusta mucho sentir esa adrenalina de ir descubriendo mi cuerpo, todo lo que puedo hacer, la fuerza, cómo puedo jugar con la gravedad, está súper chido. A mí, lo que me llamó mucho la atención fueron los giros. Todo tiene relación, la música, lo que te hace sentir”, dice Abigail, quien busca regresar a París, pero ahora para la cita olímpica.

Al frente del grupo está el profesor Gerardo Estrada. El breaking le ha llenado dos de sus pasiones. Por un lado, el baile como herencia familiar, y por el otro, como buen alumno de psicología en la máxima casa de estudios, su vocación por la docencia y los misterios de la mente humana. 

Gerardo baila con soltura. Tiene 13 años haciéndolo. “En el breaking algo esencial es tener tu personalidad, tu originalidad, hay que ir adelante de todos para poder destacar. Tiene muchas formas de expresión, ahí es donde empieza el arte, tú arte, proponer lo que piensas, tus ideas. Tiene esta parte de energía, se hace un círculo llamado cypher y pasa uno por uno a bailar, en una forma de expresión”. 

Lo subjetivo que puede resultar una forma artística ha reforzado la delimitación de criterios. “Desde el 2010 en adelante se ha hecho breaking de una forma más concreta, tener una base estructurada, ya está funcionando así, porque empezó de la nada, todo se fue creando, hoy ya tenemos esa base y dentro de esa base tú continúas explorando”.

Al igual que Abigail, Gerardo tuvo que pelear contra los prejuicios. “Mi familia al principio no estaba muy de acuerdo, precísamente porque era de calle y se consideraba como una pérdida de tiempo, ahora, como pasó esto de la UNAM, los Juegos Olímpicos, el apoyo es más fuerte, esto genera mucha inspiración, no sólo para mí, sino para los chicos nuevos, sus papás lo ven de una forma distinta, más profesional, y eso da orgullo”.

MÁS ALLÁ DE LA EXPRESIÓN ARTÍSTICA

La inclusión del breaking dentro del programa oficial de los Juegos Olímpicos de París abrió el debate sobre si se puede considerar o no un deporte. Alma Karen Macedo, presidenta de la Asociación de Baile y Danza Deportiva de la UNAM, aseguró que la exigencia física que requiere la disciplina es importante

“Nosotros habíamos practicado otras disciplinas de baile en el nivel deportivo y justo ha sido muy criticada de hasta dónde es cultura y hasta dónde deporte. Tenemos una exigencia física que sí nos da una categoría deportiva a todas las características que se toman en cuenta en competencia. Estamos cubriendo requisitos de reglamentos y ciertas posiciones y pasos que hace que ya vayamos más allá de la expresión artística”, señaló.

En ese sentido, resulta importante tener bien delimitados los criterios para evaluar a los participantes. “En todos nuestros bailes tenemos una serie de reglamentos que nos indican qué sí y qué no puede hacer el bailarín. Aunque es una interpretación libre, y el bailarín está improvisando hay ciertas reglas que debe o no cumplir, por ejemplo, la cantidad de acrobacia que hace, la cantidad de cambios de nivel, si está parado, en manos o en el suelo, todo eso le va dando una cierta complejidad a su baile, por lo tanto puntuación”, explicó. 

Pese a que el trabajo de la UNAM en el breaking es reciente, el objetivo es buscar que alguno de sus seleccionados ganen un boleto para la próxima justa olímpica. 

“Tenemos diferentes categorías de baile, aquí practican breaking, llevan realmente poco tiempo, como unos tres meses practicando apenas, justamente se están preparando para los Nacionales Conade, pero vamos encaminando hacia los Juegos Olímpicos, han estado entrenando poco a poco para presentarse en distintas competencias hasta llegar a París 2024”, finalizó.  

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