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Mira

20, marzo 2015 - 20:02

┃ María Vega

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REDACCIÓN DEPORTES (EFE).- Carmelo Ezpeleta, el jefe de Dorna y del Mundial de Motociclismo, siempre dice que Bernie Ecclestone es el número uno y él, el dos, que no es quién para decirle a Bernie o a la FIA qué tienen que hacer en su negocio.
Sin embargo, su hoja de ruta, trazada hace un lustro, revitalizó el Mundial de Motociclismo aunando aspectos tan complicados como el ahorro de costes y el espectáculo en pista. Y todo enfrentándose a la todopoderosa Honda.
La F1 vive en un escenario opuesto desde que en 2014 el cambio de reglamento técnico encareció hasta las cachas el deporte y lo partió en dos. El domingo 29 se verán los dos modelos compartiendo parrilla informativa, Malasia de madrugada y Qatar de tarde. Nadie duda que Mercedes tiene que pillarse un constipado triple para no ganar y aplastar. Y pocos dudan que Ducati va a animar por fin el duelo Honda-Yamaha.
Sí, gracias a un reglamento, el de MotoGP, que se retuerce para favorecer a los equipos pequeños y nuevos, que busca democratizar las fuerzas. Que es lioso, pero que funciona.
Ezpeleta ya enseñó en Moto2 y Moto3 cómo ahorrar costes a paladas y ver carreras estupendas con múltiples candidatos. La FIA eligió el camino contrario en 2014, con unos motores tan complicados que Honda lleva un año sin entenderlo y el resto, menos Mercedes, sigue teniendo problemas de fiabilidad.
Unos propulsores tan caros que cayó Caterham, de Marussia -ahora Manor- no se sabe lo que queda, Sauber tirita y Force India está con el agua al cuello. Comprar un motor nuevo vale 25 millones por temporada. Nada en el reglamento les facilita la vida, es otra cultura, la de ‘si quieres entrar, paga y gástatelo todo’.
Ahora Ecclestone, como promotor, encargado de llenar las parrillas y seducir a circuitos, está echando marcha atrás viendo que nadie quiere pagar el dinero que pide por un espectáculo, como se vio en Melbourne, que para muchos no lo vale. Ni Hockenheim está dispuesta a pagar.
“Teníamos que haber congelado el motor Mercedes y dejar que el resto avanzara”, soltó después del Gran Premio de Australia viendo lo que se avecina y que la ventaja de Mercedes ha aumentado. La FIA tiene mecanismos para igualar esto, podría usarlos”, dijo en connivencia con los lloros de Red Bull, que amenaza con irse de la competición.
Puede sonar cínico que lo hagan ellos que arrasaron entre 2010 y 2013, pero al menos la FIA metía mano al reglamento año tras año prohibiendo los difusores soplados, los mapas motor, etc. No fue suficiente, pero al menos se intentó. Este año, ni eso, y además, con los famosos comodines, los equipos pueden mejorar su propulsor todo el año, incluyendo Mercedes, que podría ganar todas las carreras.
Las audiencias caen, no solo en España sino en la propia Alemania con Vettel en Ferrari, Rosberg y la propia Mercedes, el interés decrece, no se habla de los pilotos. La enorme ola que muchos contemplan desde todos los ángulos se torea en los despachos. “Es una Fórmula 1 de ingenieros, no de pilotos”, valoró Flavio Briatore tras el debut de Australia. Su opinión es ampliamente compartida.
Ecclestone también propone una fórmula ‘low cost’ con chasis Red Bull antiguos, motores V8 y un presupuesto de 15 millones para los dos o tres equipos pequeños. “Seguirán perdiendo, pero al menos no se arruinan”, fue su valoración.

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