POR ÓSCAR BELTRÁN
EL OCCIDENTAL

UN duro golpe en la vida ha recibido el luchador mexicoamericano Rey Mysterio Jr., quien en su regreso a los encordados de México, retomó una vieja rivalidad con el Hijo del Perro Aguayo, a quien enfrentó el pasado miércoles 18 de marzo en Zapopan, Jalisco, batalla en la que se dio oficialmente su debut con la empresa de la AAA; sin embargo, el destino tenía escrito un momento complicado, una lucha distinta, y es que en un enfrentamiento que sostuvieron ambos el viernes pasado en Tijuana, el “Perrito” perdió la vida por un trauma cervical que sufrió durante la lucha.
Mysterio tuvo la mala fortuna de que todo se salió de la rutina y complicaciones hicieron que el Hijo del Perro Aguayo perdiera la vida. Y el nacido en San Diego estuvo presente para darle el último adiós a su compañero Aguayo, acudiendo al sepelio entre lágrimas, se le notaba inconsolable y todo el tiempo rezaba y se notaba lleno de tristeza, además de que acudió sin portar su máscara.
Don Pedro “Perro” Aguayo y su esposa Luz Ramírez sostuvieron una larga charla con Rey Mysterio Jr., de nombre Óscar Gutiérrez, antes de partir al sepelio, en donde le dejaron en claro que no lo culpan de nada y que no existe rencor alguno de la familia hacia su persona, al contrario, lo invitaron a levantar la cabeza y seguir en su carrera sobre el ring.
Rey Mysterio todo el tiempo buscó consuelo en sus compañeros como Latin Lover, Conan, Rayo de Jalisco Jr. y el réferi Pedro “El Millonario”, pues se le notaba sumamente dolido por la pérdida del Hijo del Perro, dejando ver que más allá de la rivalidad que tenían sobre el encordado, tenían una sólida amistad, “una hermandad” en palabras del ex elemento de la WWE.
La gente, al ver arribar a Mysterio, le dio sus muestras de cariño, solidaridad y de que están con él, que la gente lo respeta y lo sucedido no es más que parte del riesgo profesional.
Durante la ceremonia religiosa de cuerpo presente, Rey Mysterio Jr. estuvo en todo momento en la guardia de honor, al frente y al lado izquierdo del “Perrito”, siempre con lágrimas en los ojos. Se fue del parque funeral sin dar declaraciones, pues el dolor que lo embarga en estos momentos le impidió hablar.