POR HÉCTOR REYES

A OCHO años de haber ganado el Campeonato Mundial de Taekwondo, María Espinoza reinventada a sí misma, no está obsesionada por ser la primera mexicana en ganar dos títulos universales, pero tampoco lo descarta dentro de los tres objetivos prioritarios de este año, junto con los Juegos Panamericanos de Toronto y el pase a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
“Mi objetivo principal es estar dentro de las preseas de Campeonato Mundial, claro que también es ganarlo: es a lo que voy, pero tampoco me quiero estresar, igual lo voy a disfrutar, daré lo mejor de mí,  y estar en el podio”, señaló con su serenidad acostumbrada, a su regreso de Sinaloa, donde pasó una semana con su familia, visitó a Don Modesto, amigo de su abuelo, con el que solía ir a pescar en la Bahía de Macapule.
María evaluó este primer trimestre del año exitoso con triunfos en los Abiertos de Canadá y México, y boleto para los Juegos de Toronto.
“Me he sentido bien en cada competencia, afortunadamente creo que a todo el equipo nos ha ido bien, es buen arranque de año, pero hay que mejorarlo, porque vienen compromisos más fuertes, importantes y claves para este ciclo olímpico”, señaló la doble medallista olímpica, luego de marcar los cambios para recuperar su letalidad en el área de combate.
“Modifiqué mi actitud y me gusta ahora mucho, porque lo he disfrutado. Me he adaptado e integrado poco a poco a estos cambios (reglamentos, puntuación y petos electrónicos). Batallaba porque quería cambiar mi estilo al nuevo y no me funcionó, regresé a mi forma de pelear y logré adaptarme a los nuevos cambios. Sigo en un proceso de aprendizaje, cometo errores, pero eso mismo me hace crecer también”.
El jueves viajará la selección mexicana a Corea del Sur para su tradicional campamento de cara al Campeonato del Mundo en Cheliábinsk, Rusia, en mayo: “Corea es uno de mis países favoritos por el nivel que tiene de taekwondo, la comida no tengo problema, pero más que nada busco en este campamento reforzar mis técnicas de cara al Mundial, eso es lo que busco”.
María florece en primavera bajo el sol de su tierra natal, en compañía de su mami, Felícitas y el amigo de su abuelo Don Modesto, como citamos más arriba, entre otros familiares con los que salió a pescar, una actividad que le encanta, soltar el anzuelo y relajarse en ese paraíso ecológico.