POR LUIS GARCÍA OLIVO
FOTOS JORGE BARRERA

LOS ÁNGELES, California.- El aliento de cientos no faltó.

México nuevamente tuvo el apoyo de los suyos en el segundo entrenamiento en la ciudad angelina, primero a puerta abierta y con el equipo casi completo. A falta de Juan Carlos Medina, el Tricolor se dejó consentir por los cercanos 300 aficionados y paisanos que se dieron cita a las instalaciones de la UCLA para presenciar la práctica Tricolor.

A temprana y por espacio de casi dos horas, México trabajó en una de las canchas de la prestigiosa Universidad de California, en donde los gritos y porras estuvieron limitadas, pues con este pretexto pudieron ingresar a la práctica.

Las porras estuvieron ausentes, mas no la buena vibra que desde una pequeña grada fue llevada al campo de juego entre jugadores experimentados, “europeos” y novatos.

Bajo las órdenes de Miguel Herrera, los legionarios arroparon a las caras nuevas, como en el caso de Lalo Herrera y Jürgen Damm, mientras que los de siempre interactuaron con los de la Liga MX. No hubo diferencias.
Por lo que Paúl Aguilar trató como si nada a Miguel Layún y Héctor Moreno con Adrián Aldrete, así que lo único que se recreó fue la buena vibra entre compañeros.

Javier Hernández, Guillermo Ochoa y Andrés Guardado fueron punto y aparte. Los tres se llevaron los reflectores y su camaradería brotó las mejores carcajadas entre el resto del grupo, pues además de su profesionalismo y entrega en cada jugada hicieron dinámicas, como en el juego que el última en meterla pierde un par de coscorrones.

A lo lejos, Herrera e Iñárritu observaron a cada uno de los jugadores, tomaron nota y se dieron el lujo de intercambiar puntos de vista, y más cuando llegaron a un buen puerto con los clubes europeos de Miguel Layún y Héctor Herrera, por lo que mostraron más atención en ellos.

El Tricolor así se dejó querer, consintió a los suyos y nuevamente manifestó el por qué su regreso a un estado y a una ciudad que conoce a perfección como lo es Los Ángeles, California.