POR A. G. GONZÁLEZ

CUANDO se trata de refuerzos extranjeros, los equipos hacen grandes apuestas con futbolistas que en muchas ocasiones no tienen el tiempo para manifestar sus condiciones en el terreno de juego lo antes posible. De ahí que pasen muchos y muchos jugadores por la Liga MX sin gloria alguna. La situación parece agravarse rumbo a la Liguilla. Sin embargo, hay otros clubes que acertaron en su decisión al contratar aquellos refuerzos que se han convertido en todo un lujo.
De todos los foráneos que llegaron al país para este Clausura 2015 hay tres que llaman la atención por su inmediatez para dar resultados y que todavía les falta, como parte de un equipo, conseguir cosas importantes en el balompié mexicano. Julio César Furch de Veracruz, Gabriel Hauche de Tijuana y Agustín Marchesín de Santos son esos futbolistas sin pretextos para hacer su trabajo bien prácticamente de inmediato.
Para estos tipos no hubo necesidad del “trillado” tiempo de adaptación o “semanas de gracia”, ya que prácticamente desde que pisaron una cancha en territorio mexicano comenzaron a ser importantes para sus respectivos clubes. Curiosamente los tres son argentinos y curiosamente los tres están entre los 26-28 años, por lo que tendrían, todavía, un camino interesante por el balompié mexicano, si es que no son alcanzados por algún otro club fuera de las fronteras.
Quizá el que llegaba con más cartel por lo hecho en Lanús era el meta Marchesín, aunque en esta etapa de la institución, Santos no pasa por el mejor momento. A pesar de esto, Agustín ha sido clave incluso para que el equipo haya rescatado algunos puntos o que no perdiera por marcadores más escandalosos de los once goles que les han hecho.
“Llegué acá como un desconocido para todos, quizá algunos me conocían por haber venido a jugar la Copa Libertadores con Lanús, así que es un orgullo y un privilegio lo que ahora se dice de mí”, ha comentado el “Largo” durante su estancia en La Comarca. “La verdad, me gusta este futbol porque el portero juega mucho, es un jugador más de cancha y eso es bueno para nosotros”.
Lo de Furch y Hauche ha estado fuera de lo general con destacadas actuaciones que tienen a Tijuana y Veracruz en los primeros lugares de la competencia.
“Estoy muy agradecido con la gente del club que ha confiado en mí. Me gusta cuando puedo anotar, pero obviamente me interesa más que el equipo gane y ayudar para eso”, comentó “Gaby”, como le llaman sus cercanos. A este jugador, Daniel Guzmán lo ha utilizado más como volante que como punta, pero hasta eso le ha caído perfecto para ser fundamental en el repunte de los Xoloitzcuintles.
El “Emperador” argentino, de padres alemanes, no jugó en el primer duelo del Clausura, ante Santos, pero a partir de la segunda jornada no se ha perdido un solo minuto con los jarochos, que han encontrado en él la figura goleadora que esperaban que fuera Héctor Mancilla, lo que al final no se dio.
Furch ya vivió un descenso en Argentina con el Olimpo en 2012. Esa experiencia le ha servido para enfocarse en las necesidades de un Veracruz que se ha alejado de la zona roja aunque todavía no se confía: “Poder conseguir un título de goleo sería un sueño, pero lo que realmente me interesa es sumar puntos para mantener a este equipo en primera”, comentó el grandote delantero hace unos días.
Hay otros elementos como Fernando Meneses, Juan Ángel Albín y Gabriel Peñalba del Veracruz, así como el regreso de Matías Alustiza al Puebla, de Dayro Moreno al Tijuana o la llegada de Darío Benedetto al América han llamado la atención, aunque a todos estos les ha faltado el último jalón para poder llegar a los niveles de los tres que en estos días tienen un lugar especial en la liga.
Sin duda que Marchesín, Hauche y Furch tienen bien claro su papel en el equipo que los ha traído a México y por los que ahora trabajan sin necesidad de poner al tiempo como pretexto para dar resultados, aún falta mucho en el torneo, pero estos futbolistas parecen haber entendido de lo que se trata desde el momento mismo que llegaron y eso los ha convertido en verdaderos refuerzos de lujo.