Con la tecnología de Google Traductor

Mira

28, marzo 2015 - 12:49

┃ ESTO

nota-halterofilia-soraya6

NO, la halterofilia jamás ha vuelto a ser la misma. Ni la vida ni nada. Desde su partida el espacio parece irreemplazable, lo que es más, será difícil de llenar.
Soraya Jiménez partió hace dos años.
Hoy, aún es dura la realidad, la aceptación parece encajar cada vez mejor, pero no es fácil no verla.
La familia olímpica lloró a la primera mujer mexicana en conseguir una medalla de oro en Juegos Olímpicos. Todos lamentamos la irreparable pérdida. Sin embargo, el sufrir real sólo la familia Jiménez Mendívil lo sabe.
Soraya llenó muchos espacios en muchas partes del mundo. Hizo grandes amigos, fue y sigue siendo ejemplo del deporte y de vida. A donde uno voltee ahí está la esencia de ella. De su bondad, de su lealtad, de su amor. De su gran talento deportivo, de su todo, pues toda ella era un ser admirable.
Lo único seguro que tenemos al nacer es que vamos a morir.
Con la vida y con la muerte llegamos de la mano, pero jamás preparados para entender este paso.
Soraya se adelantó muy pronto, pero vivió al límite, como todos debemos vivir a diario. Como si fuese este nuestro último día.
Soraya vivió cada momento por sus cuatro costados, enamorada del amanecer, del ocaso, de las pequeñas cosas que son las que realmente valen.
Aquí se te sigue extrañando mucho, campeona.
Pero seguro donde estás hacías más falta.
Sigues viva en cada uno de nosotros.
Tu recuerdo será infinito.
Hasta allá arriba llega el sentimiento de padres y hermanos, el amor por sobre todo de sus seres queridos, seguro han dibujado una sonrisa en Soraya.
Una sonrisa de saber que acá tu recuerdo permanecerá indeleble por los siglos de los siglos.

Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí