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Tras el accidentado duelo eliminatorio para la Eurocopa 2016 entre Montenegro y Rusia, suspendido al minuto 67, la Federación Rusa emitió este sábado una queja ante la UEFA para que se haga la investigación pertinente y, en todo caso, les otorguen el triunfo.

Todo el conflicto empezó a los 20 segundos del silbatazo inicial en el Stadion Pod Goricom de Podgorica, cuando el guardameta visitante Igor Akinfeev fue agredido con una bengala que impactó su cabeza y derivó en una conmoción así como quemaduras en el cuello.

Después de casi una hora de espera, ambas escuadras integrantes del Grupo G fueron llamadas para regresar al campo, pero más tarde se registró un nuevo contratiempo porque aficionados locales arrancaron sus butacas para agredir a los seguidores visitantes.

La interrupción definitiva fue luego de que el ruso Roman Shirokov falló un penal, lo que desató el pleito tanto en la cancha como en las gradas, por lo cual la selección de Rusia apelará al Reglamento Disciplinario de la Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas (UEFA).

“Lamentamos que el comportamiento de los aficionados desvirtuó el muy interesante e importante partido de futbol entre Montenegro y Rusia. Después de la reunión, la Federación Rusa de Futbol presentó una protesta oficial a la UEFA”, externó en un comunicado Nikolai Tolstykh, presidente de la RFU.

Añadió: “la decisión de continuar el juego después de este episodio fue hecha por el delegado (Barry Bright). Consideren nuestra protesta desde nuestra perspectiva y de acuerdo con los documentos normativos. En nuestra opinión, esto debe ser una derrota para Montenegro”.

El mandatario reiteró que cuando “el equipo ruso se vio forzado a continuar el partido”, advirtieron al propio delegado designado por la UEFA y al árbitro alemán Deniz Aytekin que esta demanda no se haría esperar.

Por su parte, Akinfeev ya abandonó el hospital al que fue trasladado la víspera como consecuencia del golpe de la bengala y envió un breve mensaje para anunciar que ya se encuentra mejor y condenó los hechos ocurridos en la capital montenegrina.

“Desafortunadamente, esto pasa a veces en el futbol. Espero que no vuelva a ocurrir, ni en Montenegro ni en ningún otro país del mundo”, sentenció.