POR CARLOS RAÚL MARTÍNEZ
FOTOS: ALBERTO MONTALVO

COMO en anteriores ocasiones, y más por las dos victorias obtenidas en su gira por Estados Unidos, sobre Ecuador y Paraguay (por 1-0 ambas), la Selección Mexicana de Futbol, tuvo una agradable recepción en el aeropuerto internacional de la ciudad de México.

Los jugadores del Tricolor de los clubes capitalinos y del Pachuca, hicieron su arribo a la Terminal 1. Felices con los resultados obtenidos, los minutos jugados, la oportunidad de mostrarse frente al técnico Miguel Herrera, los debuts, con gol incluido, y anécdotas para contar en un futuro a sus hijos, fue la constante en llegadas internacionales del aeropuerto.

Los elementos del seleccionado nacional llegaron a México, y antes de salir a la sala de espera se asomaban para checar quiénes los esperaban. Minutos después salieron divididos: unos por la E2 y otros por la E3, con los que los pocos seguidores y muchos medios congregados, corrían por los pasillos del aeropuerto.

Fue así que jugadores como Jürgen Damm, quien contó ya más relajado la situación de la playera de juego que olvidó en el hotel de concentración y que Jonathan dos Santos, su compañero de habitación, le prestó la suya para que pudiera jugar ante los ecuatorianos.

Luego salió también José de Jesús Corona, quien a paso rápido quiso abandonar la Terminal aérea, y al ver la ola de medios que se le venía encima, quedó atrapado y pese a que ya había pedido su automóvil, atendió a los reporteros, para comentar lo bien que le había ido en ese primer juego ante los ecuatorianos, en el que, junto con Javier “Chicharito” Hernández, fueron considerados como los mejores del partido.

Y a la par, pero en la otra salida, salieron Julio César el “Cata” Domínguez, Paúl Aguilar y el anotador en el juego del martes por la noche, el de los Pumas, Eduardo Herrera, quien se dijo feliz no sólo por su gol, sino por haberse mostrado con el Tricolor.