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LUIS GARCÍA OLIVO
ENVIADO ESPECIAL

SALVADOR DE BAHÍA- Al más puro estilo del séptimo arte del que se especializa Hollywood, con sus toques de drama, emoción y espectacularidad. Bélgica tuvo que sufrir más de la cuenta para abrir una muralla casi perfecta, una valla que en la persona de Tim Howard hizo padecer hasta al mismo Diablo, pero que después de tanto trinchazo terminó por aflojar y ver cómo su meta fue perforada en par de ocasiones por Bruyne y Lukaku, quien éste último cambió la ruta a favor de los suyos cuando Julian Green acercó a los de las barras y las estrellas con tal de alcanzar los penaltis, pero el fin de los 120 minutos validaron la victoria europea sobre los de la Concacaf en lo que fue hasta el momento el mejor partido del Mundial.

En pocas palabras, fue un duelo de esos imperdibles, en donde pese a la victoria de uno y la derrota de otro, el espectador se puede ir contento a casa, ya que además de ver historia, se regocijó en 120 minutos cardiacos, en 120 minutos al filo de la butaca tal y como ocurre en las cintas del industria cinematográfica en donde los gringos son cien por ciento superiores.

Sin embargo, en la cancha no lo pudieron reflejar, más allá de sus ganas y pundonor en los minutos finales de los tiempos extra, pues Bélgica le sacó jugó al par de tantos de sus hombres y más con el buen accionar de Lukaku, quien reanimó las calderas en pos de la victoria.

Así que Estados Unidos regresará a casa con la frente en alto ya que se murió en la cancha, mientras que los Diablos Rojos tendrán una dura prueba ante Argentina en lo que serán ya los cuartos de final, pero para recompensa de ambos fue que toda la Arena Fonte Nova se puso de pie para despedir a los 22 guerreros que se batieron y ofrecieron por mucho el mejor espectáculo, y más a Tim Howard, quien se fue en medio de una gran ovación acompañada de una gran sonrisa de Jurguen Klinsmann, pues sabe que lo hizo formidable junto al equipo, pero les faltó un plus que el europeo se jacta en tener.

JUEGAZO

Si en el gol y el triunfo belga no se dio en tiempo regular, fue en gran medida por el espectáculo que ofreció Tim Howard bajo los tres palos. El meta de los estadounidenses atajó todo a lo fue expuesto, fue factor para llegar hasta las instancias de los tiempos extra y le negó a Bélgica lo que pudo haber sido su mejor goleada.

Cierto fue que su cabaña fue perforada al minuto 93 por medio de Kevin de Bruyne en gran carrera del recién ingresado Lukaku y tiempo más tarde, al 105, por el mismo Romelu, pero le negó el gol en innumerables ocasiones a Kevin Mirallas y Divock Origi, tanto en los 90 minutos como en la media hora extra.

En tanto que Estados Unidos no metió las manos en el tiempo regular, por poco lapsos se hicieron del partido, pero fue incapaz de retenerlo, por lo que una aplanadora escarlata les pasó por encima, los bailó, les cerró el campo y llegada con llegada los evidenciaron, pero Howard siempre estuvo ahí, batiéndose como los grandes y dando la cara, ya que apenas Dempsey se acordó en disparar y Beasley buscó dar lo mejor, pero para su fortuna les alcanzó hasta los tiempos extra, más allá de la impotencia roja por no poder perforar a Howard.

La justicia de la superioridad se reflejó inmediatamente iniciando el primer tiempo extra, Lukaku ingresó y la historia se contó, pues Bruyne finalmente pudo gritar el gol, luego de un racimo de atajadas.

El mismo Lukaku apostilló el segundo de la noche y con ello el pase a la siguiente ronda, pero para darle ese toque de dramatismo, Julian Green acortó distancias al 107, por lo que Estados Unidos cerró a tambor batiente y lo que no realizó en los 90 minutos lo dio en el ocaso, Jermaine Jones la voló y Dempsey en jugada elaborada precedida de un tiro libre ahogó el gol.

El grito de ¡USA, USA, USA…! no alcanzó, el tiempo menos y de poco sirvió el esfuerzo de Howard, pues el marcador despidió a otro de la Concacaf y vio la clasificación de un europeo más a los cuartos de final en medio de un partidazo. Así que desde ya los gringos a pensar en Rusia y Bélgica en Argentina, en donde seguramente el preocupado deberá ser Lionel Messi y compañía, pues se las verán con el mismito Diablo.

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