POR MIGUEL ÁNGEL MÚJICA
FOTOS: JOSÉ LUIS GARCÍA

EL poder que tiene el juego de mayor morbo en la jornada hizo que el campeón enmudeciera en la terminal aérea, donde partió rumbo a un lugar que para él siempre es hostil: Monterrey.
Fue claro que América tiene sentimientos encontrados por visitar a uno de los técnicos que lo llevó a la gloria hace apenas unos meses: Antonio Mohamed.
Los rostros de los protagonistas lucieron concentrados; son pocos, por no decir contados, lo jugadores que no fueron dirigidos en algún momento por el “Turco”, tal vez Darío Benedetto, Darwin Quintero y Miguel Samudio sean la excepción cuando a los titulares se refiere.
Ya en el aeropuerto, los policías hicieron acto de presencia, y no era para menos, pues el “más grande”, como se hace llamar el ave, llegó. De repente, y sin aviso, el guaraní Samudio salió rumbo a la entrada a los andenes, y tras de él, una parvada de Águilas comenzó a volar rumbo a su destino, eso sí, todos sin nada que decir respecto al duelo ante Rayados, y mucho menos sobre su ex entrenador.
El último en salir a escena fue Gustavo Matosas, con lentes y un traje muy a la medida buscó la entrada… Un momento, el uruguayo regresó al sitio de la documentación, pues olvidó dejar una maleta; después se dirigió al avión pero antes expuso a los medios: “Muchachos, hoy no hablo”, aunque se le terminó por escapar una frase: “Vamos concentrados a un partido muy complicado”, remató el entrenador antes de otorgar “selfies” y rúbricas para los aficionados.
Más o menos 50 aficionados se fueron sonrientes por alcanzar a ver a sus ídolos azulcremas, que ya viajaron a la Sultana del Norte.