POR HÉCTOR REYES
(SEGUNDA PARTE)

EL subdirector de Calidad para el Deporte de la CONADE, Othón Díaz Valenzuela, al menos hasta el viernes pasado, reconoció que le habría gustado avanzar más en el Plan Estratégico Nacional de Alto Rendimiento Deportivo, pero que perdió mucho tiempo en obligaciones burocráticas. No obstante, México espera resultados favorables en los próximos Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y Juegos Olímpicos de Río 2016.
El pronóstico de finalistas o medallistas olímpicos se concentra en seis deportes, con variables al momento de la competencia: atletismo, canotaje, clavados, taekwondo do, tiro con arco y triatlón. Mientras que en Juegos Panamericanos se tienen posibilidades de preseas en 18 deportes, aparte de los ya mencionados.
Desde que tomó posesión en su cargo, a partir del primero de enero de 2013, Díaz Valenzuela estableció avances en 16 objetivos planteados dentro de su área, exclusivamente para el deporte competitivo. Desde la asignación de deportes prioritarios a la reingeniería del Centro Nacional de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR). La estrategia para el desarrollo del deporte planteó enfocar los apoyos en aquellas disciplinas en las que existen mejores condiciones para alcanzar el éxito deportivo.
El doctor Díaz Valenzuela estableció 37 criterios para definir deportes con mayor factibilidad de obtener resultados internacionales en orden descendente. Formaron 17 primeras disciplinas en un primer grupo; las 15 siguientes integran el grupo dos, en tanto que las cinco restantes forman el grupo tres, con el objetivo de priorizar los apoyos y tener una directriz clara para todos los programas, las acciones, así como la asignación de recursos.
Estos son los deportes del primer grupo ligados a las Federaciones y una evaluación permanente: gimnasia rítmica, pentatlón moderno, taekwondo, ciclismo, canotaje, caminata gimnasia artística, remo, boxeo, esgrima, triatlón, atletismo de fondo, gimnasia de trampolín, tiro con arco, levantamiento de pesas, clavados y tiro deportivo.
Una vez jerarquizados los deportes, el paso que siguieron fue alinear los programas de la Subdirección de Calidad para el Deporte. Se definieron los lineamientos para entregar recursos en los estados para los programas de becas, entrenadores de talentos, reserva nacional y convenios de entrenadores con China y Cuba, a fin de optimizar resultados.
El 70 por ciento del recurso asignado a cada entidad son utilizados para entrenadores de las 17 disciplinas deportivas clasificadas como prioridad uno; en tanto, el 30 por ciento restante para disciplinas clasificadas individuales preferentemente de prioridad dos.
A la fecha se entregan un total de 3, 981 becas deportivas, con un subsidio de 51 millones de pesos. De estos estímulos para deportistas convencionales y adaptados, 2,179 (54.73%) pertenece a los hombres y 1,802  (45.27%) a mujeres. Por su parte, en el campo de becarios en la categoría élite son beneficiados 220 atletas, con un apoyo de 46 millones de pesos. Aquí 116 son hombres por 110 mujeres. Se entregan becas de 10 mil pesos a 32 atletas; 20 mil pesos a 125; 30 mil pesos a 31; 40 mil pesos a 18, 50 mil pesos a ocho; hasta 60 mil pesos 10; y dos con más de 60 mil pesos.  
Como  tercer tarea, con recursos privados se desarrolló en su primera fase el Sistema Nacional de Información y Estadística del Alto Rendimiento, con la finalidad de optimizar la distribución de recursos a través de una correcta toma de decisiones administrativas y técnico- metodológicas.
A diferencia de las gestiones panistas, se hizo especial énfasis en los talentos, a partir del fortalecimiento, detección, selección, desarrollo y seguimiento del Programa Nacional de Talentos Deportivos y Reserva Nacional. Este programa es una de las más importantes iniciativas para generar un adecuado desarrollo deportivo nacional y cuyos frutos comenzarán a verse dentro de cuatro años.
El deporte mexicano cuenta con 1,010 entrenadores que trabajan con 8,438 deportistas y una inversión de 159 millones de pesos. De los cuales 199 pertenecen a las federaciones (35 millones de pesos), 463 a talentos deportivos (36 millones de pesos), 67 al FODEPAR (35 millones de pesos, 154 a la reserva nacional (26 millones de pesos), 60 dentro del capítulo 3000 (12 millones de pesos), 60 entrenadores cubanos (8 millones de pesos) y 21 de procedencia china (8 millones de pesos).
Por su parte, trabajan 121 profesionales en fisiatras (55), médicos (42), nutriólogos (8), psicólogos (19) y preparadores físico (17)  que integran el equipo multidisciplinario con una inversión de 23 millones de pesos.
Otra tarea urgente era la modificación del esquema competitivo de la Olimpiada Nacional, existían serios problemas en la estructura que afectan el desarrollo deportivo de los jóvenes: Los entrenadores presionan a los deportistas desde muy niños aplicándoles cargas de trabajo  extremadamente fuertes, ya que la evaluación estaba en función de ganar medallas a toda costa para sus respectivos estados, causando afectaciones a los atletas, limitando sus posibilidades de alcanzar resultados a nivel internacional e incluso llevándoles al retiro voluntario por lesión.