MONTREAL, Canadá.- Mientras que las Águilas se enfocaron en cómo hacerle frente a las Chivas en una edición más del Clásico de Clásicos, Impact de Montreal mera y únicamente se mentalizó y trabajó de cara al partido del miércoles en lo que será la final de vuelta de la Concachampions en donde hasta el momento el marcador está igualado 1-1.

Con una práctica de casi dos horas y en el pequeño estadio Saputo, los de la hoja de maple trabajaron con la mejor de las vibras en busca de culminar la tarea en casa, así que sin importar el fuerte viento y los casi nueve grados de temperatura, los dirigidos por Frank Klopas se metieron en lo suyo y en cada minuto de la práctica se exigieron al por mayor con el habitual orden que caracteriza a los canadienses.
Nacho Piatti, Evan Bush, Ándres Romero, Víctor Cabrera, Dominic Oduro y Jack Mclnerney, por mencionar algunos, fueron los que acapararon las miradas de la prensa nacional e internacional que comienza a calentar la contienda.

Los canadienses hicieron de todo, se dedicaron a corregir jugadas a balón parado, acciones prefabricadas y pusieron énfasis en tiro-centros al corazón del área, punto en donde Oribe Peralta les arrebató el triunfo en el estadio Azteca, así que el entrenador de porteros trabajó con Bush y los juveniles, Erik Kronberg, John Smits y Maxime Crepeau, quienes salieron por las alturas o a ras de pasto para tapara el esférico y no dejar que Darwin Quintero o Darío Benedetto los sorprendan como ya lo hizo el “Cepillo”.
El
Impact lo tiene claro: Desea que el título de la Liga de Campeones de la Concacaf se quede en casa y harán todo lo imposible para que así sea, pues desde que salieron a calentar en un simple entrenamiento lo manifestaron a miles de kilómetros. Van en serio, son un rival de cuidado y han dejado todo por la Concachampions, más allá de que en la MLS estén en los últimos lugares de la clasificación. (Luis García Olivo/ Foto: Jorge Barrera/ Enviados especiales)