POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA
ENVIADO

AGUASCALIENTES, Ags.- Las oportunidades de oro sólo se presentan una vez en la vida. Y hay que estar preparado para tomarlas, porque de eso dependerá el futuro. El rejoneador Emiliano Gamero estuvo listo, en el momento y lugar indicado para aprovechar esto que él ha llamado “Justicia Divina”. Ni un minuto más tarde ni más temprano. Todo estuvo calculado para que el domingo pasado llegase a la Monumental y consiguiera cortar un rabo gracias a una actuación contundente que incluso hizo llorar a muchas personas de los tendidos. De ese tamaño estuvo el rejoneador, logrando una conjunción perfecta con el toro Luna Nueva, de Fernando de la Mora.
Tras esta actuación Emiliano se posiciona como el joven rejoneador promesa de México, dejando ver una frescura y variedad única, lo cual hacia falta ya en este país.
Será su apoderada Lilia Abarca la encargada de seguir llevando a Emiliano a los grandes escaparates, el argumento ya lo tiene ahora más palpable que nunca.
“Estoy extasiado aún con la tarde del domingo, después del esfuerzo que se ha hecho Dios me ha regalado un poco de la miel que ofrece el toreo”, señaló Emiliano, quien enalteció las bondades de su toro y las cualidades de su cuadra de caballos.
-¿Te imaginabas esta tarde?
“Después de todo el viacrucis que fue llegar a la Monumental, la verdad es que no. Me avisaron a las tres de la mañana que torearía y luego un retén detuvo a los caballos y ni me los dejaban pasar, por lo que llegué tarde a la corrida. Después de todo eso no me pasaba por la mente lograr algo tan grande, pensaba en salir y torear. La sorpresa es que el toro era muy bueno y todo se dio como por arte de magia”.
-¿Qué fue lo más impactante de la tarde?
“Algo que no se borrará de mi mente es cuando la gente se puso de pie para aplaudirme. Eso se quedará en mi alma para siempre”.
Gamero indicó que su meta desde que se subió a un caballo es poner el nombre de México en lo más alto.
“Tengo la pasión por mi país, espero que mi gente se sienta orgullosa de tener a un rejoneador como yo. El ejemplo que han venido a dar los grandes rejoneadores es de donde nace mi inspiración para hacer un toreo variado y forjadas a mi estilo de torear. Toreo como Emiliano Gamero y creo que eso se ha notado”, señaló el rejoneador.
“Espero que las empresas nos escuchen para poder tener los escaparates para poder expresarme. Y hay que subrayar que los buenos triunfos se consiguen con buenos toros”, dijo.
-¿Qué se siente dar la vuelta al ruedo de la Monumental, llena, con un rabo en mano?
“Sentía que me iba a dar un infarto de la felicidad. El ver a gente llorando me impresionó mucho, es una sensación que me vuelve a poner la piel chinita”.
-Cuando llegaste al hotel y estuviste solo, ¿qué pensaste?
“Me quedé solo… Lo primero que se me vino a la mente es que a mis caballos voy a mandarles hacer camisas de oro. Agradecí lo mucho que me ayudaron. De igual forma estuve reflexionando lo que pasó y ahora sé que la Justicia Divina existe. Dios se manifiesta de manera impresionante, todo pasó por algo. Cada segundo se eslabonó perfectamente para conseguir el triunfo”.
-¿Te ha caído el 20 de la magnitud que fue cortar un rabo?
“Al pasar los minutos me doy cuenta que el corazón sigue llenándose de alegría”, concluyó.