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10, mayo 2015 - 0:50

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POR JOSÉ LUIS CAMARILLO
ENVIADO ESPECIAL

HOUSTON, Texas.- El jalisciense Saúl “Canelo” Álvarez tuvo un regreso sensacional al cuadrilátero al derribar hasta tres veces -en una ocasión en el electrizante episodio inicial- al estadounidense James “Mandingo Warrior” Kirkland hasta aplicarle un brutal nocaut en el tercer asalto, en el que se vivieron las dos caídas finales, la noche de este sábado ante un enfebrecido público que registró una gran entrada en el Minute Maid Park. De ese modo el “Canelo” se encaminó hacia la consagración definitiva como favorito del público de todas las latitudes.
Desde la salida de Saúl de su camerino hacia el ring fue acompañado por rugidos estentóreos que crecieron ante el alto voltaje de las acciones desde el gong de arranque. Cuando Kirkland cayó por tercera ocasión, como tocado por un rayo, los espectadores llegaron al paroxismo de la alegría y estremecieron el estadio de beisbol hasta sus cimientos con sus festejos al unísono.
La contienda resultó de enorme dramatismo desde el primer asalto porque el “Mandingo Warrior” salió a jugarse el todo por el todo y arrinconó al “Canelo” en una esquina, contra las cuerdas, donde le lanzó todo su pesado arsenal, con el que había logrado 28 de sus 31 victorias por la vía abrupta. El mexicano bloqueó la mayoría enconchado en su guardia y se quitó verdaderos hachazos con su cabeceo y juego de cintura, aunque no evitó ser alcanzado por varios de esos impactos incluido un gancho de zurda que pareció estremecerlo. Álvarez se vio obligado a amarrar para recomponer su accionar y enfriar el difícil momento.
Saúl (ahora con 45-1, 32 nocauts y un empate) salió vigoroso de esa acción y a punta de derechas rectas y ascendentes echó atrás al peleador de Austin, Texas, y lo puso mal con impactos a la quijada y castigo contra la zona hepática. Hubo más intercambios de misiles y sobrevino entonces una derecha en gancho a la barbilla de su moreno enemigo, que se desplomó y se levantó para precariamente superar la cuenta del réferi John Schorle. El “Canelo” se lanzó por su presa ansioso pero inteligente y estremeció a su rival con golpes al cuerpo y al rostro. Hubo un momento de confusión porque Schorle abrazó a James al sonar el gong que cerraba el round inicial y Chepo Reynoso festejó junto con los espectadores, al pensar que era un nocaut técnico a favor del güero nacido hace 24 años en Tlajomulco de Zúñiga.
En el segundo giro, Álvarez salió por el nocaut. Kirkland, que apenas sufrió el segundo revés de su carrera, resistió una paliza en el primer minuto de esa segunda ronda, en que brillaron opers, ganchos a la cabeza y derechas. Saúl se dejó llevar de nuevo de espaldas a la cuerdas, donde usó su cabeceo y su juego de cintura y se fajó para deleite de sus fans. Kirkland se tambaleó al recibir una furiosa respuesta en la que destacaron silbantes opers y directos de derecha que le rompieron la boca al moreno y casi le cerraron el ojo derecho.
En el tercer round, Kirkland no dejaba de ser de peligro al tirar sus golpes con toda la fuerza posible. Una vez más puso a Saúl contra las cuerdas en una presión agobiante, pero ya no consiguió mucho a su favor con todo y aterrizar algunos puñetazos ante el bending y el cabeceo de Álvarez, que lo repelió con vistosa combinación. Un derechazo de ascendente trayectoria tumbó a Kirkland de forma espectacular por segunda vez en el combate y el “Canelo” ya no lo dejó ir. La acción final fue cuando Saúl fintó con su izquierda recta al cuerpo y arrojó un gancho de derecha que explotó en la quijada de Kirkland y le hizo derrumbarse como fulminado hasta permanecer en la lona por varios minutos, mientras recibía asistencia médica. Kirkland se restableció pronto y fue llevado a un hospital para revisión.
Álvarez se acercó a tratar de ayudar y sólo entonces festejó con los 31,588 asistentes.
Tremenda actuación del “Canelo”, que demostró que resiste castigo y tiene toda una variedad de golpes para demoler a sus rivales.

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