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Pese a su desplome en la clasificación mundial, tras ceder su trono en Madrid, el tenista español Rafael Nadal se propuso empezar de cero en el Masters 1000 de Roma y arrancó con autoridad su andar por el Foro Itálico, con triunfo de 6-2 y 6-0 sobre el turco Marsel Ilhan.

Como es costumbre en la mayoría de los torneos sobre arcilla más prestigiosos, el mallorquín es el ganador histórico y en esta capital lo es con siete títulos (2005, 2006, 2007, 2009, 2010, 2012 y 2013).

Aunque en esta edición defiende puntos de subcampeón, está urgido de revalidarlos para mejorar su posición en el escalafón internacional y, por ende, en el sorteo para el segundo Grand Slam del año, Roland Garros.

Este miércoles, en segunda vuelta, ya dio el primer paso sin mayores contratiempos a costa de un jugador procedente de la “qualy”, quien no vio luz durante el primer servicio del balear, el cual osciló en el 92 por ciento de efectividad.

A diferencia del domingo en la Caja Mágica, “Rafa” ahora sí pudo rehacerse de un inicio adverso, con punto de quiebre en contra y en adelante todo fue “viento en popa” para fijar cita en tercera instancia ante el estadunidense John Isner.

El decimosexto cabeza de serie eliminó en una hora y 34 minutos al argentino Leonardo Mayer al son de 7-6 (8/6) y 6-4, potenciado por el golpe anímico que sufrió el “pampero” tras desperdiciar un punto para set en el desempate de la primera manga.

Asimismo, se presentó con éxito el británico Andy Murray, quien pasó de tener vacía la vitrina en certámenes sobre arcilla, al sumar al hilo los campeonatos en Múnich y Madrid.

Al inspirado escocés le bastaron un par de rompimientos en una hora y 24 minutos para dar cuenta del francés Jeremy Chardy por parciales de 6-4 y 6-3 y su siguiente contrincante saldrá del cruce entre el belga David Goffin y el galo Jo-Wilfried Tsonga.