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POR MIGUEL ÁNGEL MÚJICA
FOTOS: ÉRIK ESTRELLA
ENVIADOS ESPECIALES

ZAPOPAN.- Las expectativas previo al Clásico Tapatío en cuartos de final era de ver un encuentro netamente espectacular y vertical, la realidad fue otra.
Guadalajara y Atlas aburrieron en su debut dentro de la Liguilla y prefirieron dejar todo para el segundo partido, donde el Jalisco será, nuevamente, el inmueble que le dará historia cualquiera de los dos.
El 0-0 de anoche en el Omnilife deja la moneda en el aire, tanto Chepo de la Torre como Tomás Boy salieron a no perder y se llevaron la paridad que deja abierta la eliminatoria.
La vuelta será de matar o morir; aunque ambos técnicos no quieran, deberán de buscar un gol, pues a Chivas no le conviene el empate y los Zorros deberán mostrar otra cara en su casa.

EL JUEGO
Los juegos de ida de los cuartos de final se cerraron en el Omnilife, la expectativa era grandísima, un Clásico Tapatío que sonó a fiesta comenzó gracias al silbato de Fernando Guerrero.
El enfrentamiento más grande entre equipos de la Perla Tapatía inició con Chivas al ataque. La fortaleza del Rebaño pasó por los pies de Salcido, Carlos se cargó el equipo al hombro. La primera llegó gracias al “30” rojiblanco, con pase filtrado a la entrada de área, Salcido habilitó a Fabián, Marco enfiló e hizo vibrar las redes de rojinegras, el silbante tuvo otra opinión, cachó al volante unos milímetros por delante de Kannemann, suficiente para anular el gol.
Segundos después, Fabián la tuvo de nueva cuenta, centro mal medido por Pérez terminó en el pie derecho de Marco, con punterazo intentó vencer a Vilar, el meta rojinegro desvió y el “Topo” Valenzuela completó para salvar al Atlas.
La aparición del “Chino” Millar dio equilibrio al visitante, Rodrigo se alió con Medina y el “Chato” Rodríguez para que Chivas no volviera a llegar.
Con los Zorros en pleno ataque, Salcido cayó derribado, Chepo tuvo que modificar, Enríquez entró por el lesionado contención.
Atlas estuvo dormido, la última fue para el local, “Dedos” López la prendió desde un tiro libre, el esférico murió en los puños de Vilar.
Con pleno dominio del Rebaño y el silbatazo de Fernando Guerrero, ambos se fueron al descanso.

NI UNO, NI OTRO
La promesa de un cambio fue lo que mantuvo a los aficionados en la grada.
El inicio del complemento entregó un duelo peleadísimo, con dos medias canchas que no permitieron ver el juego vertical que todos querían, los técnicos lo plantearon así y los jugadores obedecieron al pie de la letra.
El “Jefe” probó con cambios darle fortaleza a su equipo, Leao entró por el desaparecido y lesionado Alfonso González. Aldo le dio potencia y movilidad al Zorro. Con mente más fresca, el colombiano puso la primera del encuentro para la visita. Centro templado a la cabeza de Valenzuela se fue a la grada gracias al mal remate del “Topo”.
Chepo no guardó nada, probó con su Ángel para darle agresividad a sus dirigidos. Reyna no tardó en ser el hombre importante para el Rebaño, tras dejar a Venegas en el césped, el “10” la mandó al punto penalti, “Chatón” se levantó sin suerte, el esférico lo techó y el Omnilife suspiró.
Las piezas se volvieron a mover por ambos, Castillo y Ochoa le dieron frescura al ataque rojinegro; De Nigris robó miradas a su ingreso, todos con la mirada chueca.
No hubo para más, un inmenso silbido del público despidió a ambos equipos que en la vuelta en el Jalisco no deberán de especular.
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