POR JOSÉ LUIS CAMARILLO
ENVIADO ESPECIAL
 
LOS ÁNGELES, Calif.- El capitalino Édgar Sosa se miraba muy optimista en la tarde de ayer, luego de “corregir un leve desajuste en el peso” (marcó 90 gramos sobre el límite, en la ceremonia oficial) y ahora buscará sorprender a la crítica al consumar su sueño de conquistar la corona universal mosca del WBC, aunque para ello estará ante una misión que se considera demasiado cuesta arriba, contra el invicto campeón nicaragüense Román “Chocolatito” González, esta noche en El Fórum de Inglewood.

Es natural que la gran mayoría coloque a González, de 27 años, como súper favorito para cobrar un nuevo triunfo a costa de Sosa, de 35 años. Román, con marca de 42-0, 36 noqueados, quien estará en su segunda defensa como soberano de las 112 libras del WBC, atraviesa por un gran momento y se estima muy difícil que alguien pueda frenarlo.

Édgar, con 51-8, 30 nocauts, no pierde en combates que no sean de campeonato del mundo desde 2003. 
El “Chocolatito” irrumpió en forma espectacular en las 112 libras en septiembre de 2014 al noquear en su propio patio al japonés Akira Yaegashi, el mismo que superó por puntos a Sosa en diciembre de 2013 en Tokio. Previamente, Román “cantó fuerte” en sus reinados en peso paja y minimosca.

González luce como una máquina de tirar golpes y también sabe boxear.

Édgar deposita sus esperanzas en su experiencia, habilidad, resistente quijada y efectividad en el golpeo al cuerpo, aunque habrá que ver si este mexicano que hiciera 11 exposiciones como jerarca minimosca del WBC entre 2007 y 2009, tendrá el gas suficiente y el juego de piernas indispensable para sustentar su temerario intento.

El “Chocolatito” ha ganado sus últimos ocho combates por nocaut. La última vez que se fue a la ruta completa de los 12 rounds fue cuando derrotó a Juan Francisco “Gallo” Estrada en una fragorosa batalla en noviembre de 2012 en la Sports Arena de Los Ángeles, en su defensa postrera como titular minimosca de la WBA.

Casi la totalidad de la carrera campeonil de Román ha sido en Japón bajo promoción de Akihiko Honda, por lo cual saldrá con la mente en conquistar definitivamente al público de EU en su primera contienda televisada por HBO. Sosa, quien comprobó ser hombre de retos al reponerse de un terrible cabezazo propinado por el chivo filipino Rodel Mayol -que obligó a una cirugía en la que le fueran colocadas dos placas de titanio en su pómulo izquierdo- apelará a “toda su ciencia” en pos de una verdadera proeza, la cual de ningún modo está descartada puesto que el combate puede ser más parejo de lo que se juzga por las estadísticas. Édgar ya demostró en una ocasión ser capaz de arruinar las predicciones de los expertos, al vencer al estadounidense Brian Viloria y apoderarse de la entonces vacante correa minimosca del WBC, en abril de 2007 en San Antonio.