DOLOR y frustración perneó la humanidad de Oribe Peralta, quien a su juicio, el trabajo del silbante central, Roberto García Orozco, terminó por despojarlos del pase a las semifinales y por ende, tiró todo lo que habían logrado a lo largo del torneo regular.

Sin pelos en la lengua, Oribe fue el único jugador americanista en dar la cara y fue suficiente para escuchar el enfado de los dirigidos por Gustavo Matosas.

“La verdad si nos sentimos robados porque le estuvimos preguntando (al árbitro) acerca del penalti y una jugada antes no la marcó en el área de ellos, entonces nos vamos tranquilos porque dejamos todo en la cancha para revertir la situación”.

Así que una eliminación de esta forma, “claro que molesta y mucho porque desde mi punto de vista, el árbitro quiso ser el protagonista del partido”.

Frustra aún más cuando, “dimos todo, hicimos lo que estaba para ganar el partido y darle la vuelta al marcador, creo que con eso sacamos el resultado, pero al final de cuentas, una equivación del árbitro se echa a perder toda la temporada”, explicó brevemente el delantero, quien cargó con más impotencia debido a que el silbante…

“No acepta que se equivocó, el árbitro siempre dijo que nunca se equivocaba y eso complicado”.

A final de cuentas, “nos vamos con un sabor amargo porque hicimos todo para revertir el marcador y ante cosas como esa no se puede pelear”.

La conclusión del semestre águila es “buena a secas”, porque “el equipo trató de pelear en los dos torneos y en la Concahampions lo ganamos, estamos conscientes de que podiamos dar mucho en esta Liguilla, pero al final nos vamos tristes”. (Luis García Olivo)