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18, mayo 2015 - 10:17

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CORTESÍA DE GEOVANA GONZÁLEZ

SON días de Liguilla y se han vivido momentos muy emotivos.
Por algo es la fiesta más anhelada.
Fueron ocho los invitados, pero ya se han registrado algunas sorpresas como la eliminación del superlíder y el sublíder, al quedar fuera Tigres y el campeón América.
Sin embargo, el que siempre está presente es el “noveno” invitado, ese siempre llega a la final: el aficionado.
Ya sea en el estadio o por televisión, siempre está ahí.
Sin público en las tribunas, el futbol no sería lo mismo, hasta los propios jugadores lo reconocen, no es lo mismo jugar sin esa pasión en la tribuna.
Érick “Cubo” Torres habló sobre el cariño de todos esos aficionados, sobre todo de los niños que siempre le solicitan autógrafos: “Es algo grandioso que quieres al crecer, que admiren y reconozcan tu trabajo dentro de la cancha, y para mí es algo maravilloso ver el cariño que tiene la gente hacia mí”.
Con el paso de su vida, el aficionado comprende mucho más su sentido en la tribuna, y se convierte en el “jugador número 12”, pues como lo dice el “Cubo” Torres, el apoyo de la afición es importantísimo: “Es nuestro motor, lo que hace la gente por nosotros es lo que nos inspira a seguir trabajando dentro de la cancha y, la verdad que no tenemos palabras en este torneo para describir cómo se ha comportado la gente, cómo nos ha respondido dentro y fuera de la cancha es maravilloso. Es algo que se valora muchísimo. Tener el cariño de la gente es algo que no tengo palabras para describir. Siempre me llevo esa bonita experiencia en mi corazón. Simplemente te ganas todo eso con trabajo y buenas actuaciones dentro de la cancha”.
Este furor se debe a que el aficionado no entiende la vida sin su equipo de futbol y en el caso de Chivas, ese sentimiento se multiplica: “Yo creo que es por la historia que tiene esta institución. Es impresionante la afición que jala y convoca este equipo, y esas experiencias de llegar a los hoteles, fuera de los estadios, cuando vas de visita que ves más gente de Chivas que el equipo local es algo que de verdad no se puede describir con palabras”, agrega Torres.
Este equipo pasó por una etapa en la que la afición quedó molesta por la falta de resultados, que a la postre lo llevaron a pelear por no bajar de categoría, de lo que, al menos por esta temporada están a salvo. De la mano de los De la Torre y los buenos resultados, la comunión entre el equipo y los seguidores rojiblancos nuevamente se ha fortalecido, todo eso acompañado por la campaña, “Juntos vs. Todo”, misma que comparte el canterano Chiva, “Es un slogan que como lo dice, estamos juntos contra lo que se nos venga, lo que se nos oponga en el camino, sea lo que sea, equipos, jugadores extranjeros, árbitros, afición contraria, canchas difíciles. Le queda al equipo y a la afición para pelear y luchar contra lo que se nos ponga enfrente”.
De esta forma es como los seguidores del Rebaño Sagrado son, según el “Cubo” Torres, “fieles, apasionados, personas que no dejan de apoyar, de alentar a su equipo y han estado en los malos momentos, y eso siempre va a ser bueno y, nos agrada porque, sabemos que tenemos el apoyo de ellos”.

BALONAZO AL CORAZÓN
Según datos de la encuesta, “La afición al futbol soccer en México 2015”, realizada por Consulta Mitofsky, el futbol ocupa el primer lugar en los intereses deportivos de los mexicanos con un 56.2%, hasta enero de este año. Sumado a ello, la consultora brasileña Pluri, menciona que la Liga MX está en el quinto lugar a nivel mundial como el país con más asistentes a los estadios, después de la Bundesliga alemana, la Premier League de Inglaterra, la Liga BBVA de España y la Serie A de Italia, con un promedio de 22,939 asistentes, prácticamente la mitad de lo que se registra en Alemania.
Lo anterior demuestra que, cuando decimos que a los mexicanos nos gusta el futbol, va en serio; basta mencionar un ejemplo, los aficionados de los llamados Tigres, llenan El Volcán, incluso cuando están enojados, pues, en alguna ocasión, cuando la fanaticada tigre estaba molesta con su equipo, acudió al estadio y se sentó de espaldas a la cancha todo el juego, pero, al fin y al cabo, el lugar se abarrotó.
Y qué decir de lo que provoca Chivas pues, cada que el equipo llega a algún lugar, la afición rojiblanca se hace presente, en los aeropuertos, hoteles de concentración y estadios, de tal forma que la mayoría de las veces, el acceso de los jugadores de la puerta del autobús a la entrada del hotel, cerca de tres metros, resulta toda una odisea.
No importa el frío, la lluvia, el dinero o los largos viajes, el mexicano que gusta del futbol y que es aficionado a un equipo, no ve ninguna de esas razones como un obstáculo para estar sentado en la tribuna y celebrar la victoria de “sus muchachos”.

¿CAMBIAR DE EQUIPO? ¡JAMÁS!
Se han preguntado, ¿cuánta gente se casa y se divorcia en México? El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI, afirma que al menos hasta 2013, el 4.9% de la población del país contrajo matrimonio; mientras que el 18.6% se divorció. Si vemos esto desde la tribuna, ¿será que el aficionado se casa con un equipo de futbol, se separa o incluso se junta con una oncena para luego dejarla por otra?
Ya decíamos que al menos el 56.2% de la población mexicana interesada en el deporte se casa con el futbol, pero hay otros que tienen una relación menos comprometida, tal es el caso de los villamelones, que cuando el equipo es campeón o está en problemas de descenso, se hacen presentes, pero cuando el equipo en cuestión desciende o queda en último lugar de la Liga, se van; quizá vuelvan algún día arrepentidos, por el reclamo de los amigos o los compadres, o un inesperado cambio de resultados.

El aficionado a Cruz Azul, Miguel González, asegura que dejaría o cambiaría de equipo en caso de que éste descendiera. Es así, la desilusión es demasiada y el aficionado termina por ser quien decide decir adiós o más bien, hasta siempre a su acompañante desde la infancia.
Pero, ¿cuántos se divorcian realmente de su equipo? Muy pocos lo hacen, porque desligarte eternamente, decirle adiós, a una escuadra que significa: tu infancia, recuerdos familiares, amigos, aventuras, locuras, tu vida, suena demasiado extremo. Resulta que ser parte de un equipo significa, y mucho. Involucra tantas cosas que, para que algo así suceda, se requiere de una catástrofe estratosférica, tan grande, que no quede de otra.
Tal vez sea por todo eso que un aficionado: grita, patalea, llora, se enfurece, insulta a medio mundo por los resultados de su oncena; y pobre del que se cruce en su camino cuando su conjunto pierda un Clásico, así sea amistoso y, peor aún si es el título, pero al final, el seguidor no deja de serle fiel a su equipo.

ALENTAR SE HIZO UNA PASIÓN
Es normal escuchar cánticos cada vez que hay un partido de futbol, es más, no se entiende un juego sin ruido, tanto que, cuando un estadio es vetado, hasta el silencio pesa e incomoda, pero, ¿de dónde surgió toda esta idea de alentar, cantar y gritar en apoyo o intimidar a otros? Alberto Villanueva, productor de Poder México Radio y EntérateDF.com comparte que, “los grupos de animación nacieron en Escocia, en la ciudad de Glasgow por un grupo de obreros. Y la primera vez que estos gritos y cantos se acompañaron con instrumentos musicales fue en un partido del Rapid de Viena, en la década de los 20. Sus aficionados decidieron formar una orquesta en la tribuna. Los tambores aparecieron 20 años más tarde en los estadios africanos, pero ya en Uruguay, las murgas (conjuntos musicales) se hacían presentes en las gradas casi a la par que pasó en Viena, y de ahí se trasladaron a Argentina y, por lógica, se esparcieron por Latinoamérica”.
En México, antes de que las barras se hicieran presentes en los estadios, ya se escuchaban diferentes porras, sin embargo ahora sólo se presentan en deportes como el beisbol. Con la llegada de las barras y los nuevos grupos de animación, hoy en día, un partido de futbol sin ruido y ambiente es cualquier cosa menos eso. Como dice Diana Amador, aficionada al Cruz Azul, “cuando el equipo va mal y empezamos a cantar fuerte, siento que de alguna forma les damos ánimos a los jugadores y ellos saben que a pesar de todo estamos con ellos. Somos los que ponemos el ambiente, los que damos ánimos, los que nos quedamos sin garganta por nuestro equipo, cuando se juega a puerta cerrada se pierde un poco de lo que conocemos como futbol”.

PORRISTA CON SALARIO
Existen clubes de fans formados por seguidores que apoyan a equipos o jugadores en específico. Un ejemplo es el club encabezado por Karina Rodríguez, administradora desde 2011 del Club de Fans: “X Siempre con Omar Bravo”, goleador histórico del Guadalajara.
Rodríguez comenta que la función que desempeña en dicho club incluye: “publicar todo lo que tenga que ver con Omar, mantener el club activo, organizar cuándo se hacen reuniones, investigar hoteles y horarios de llegada de Chivas a otros estados”, a lo cual, ella le dedica muchísimo tiempo, “todo el día estoy revisando noticias para subir y revisando comentarios, mensajes del club para responder en Facebook, Twitter e Instagram. Cuando hacemos alguna actividad, para que participen, estoy aún más atenta a todo lo que pasa”.
Además, menciona que, lo mejor de ser administradora del club de fans de su ídolo en el futbol ha sido, “que Omar me reconozca y me agradezca el apoyo, que él sepa que hay tanta gente mandándole buena vibra y, creyendo en él. Y otra cosa que me ha dejado, es conocer a tantas personas y a varias que se han vuelto muy buenos amigos con los que sé que puedo contar”.
Así como Karina Rodríguez, hay cientos de aficionados que se encargan de buscar la manera de organizar y difundir información sobre sus equipos o sus futbolistas favoritos, incluso hay quienes publican libros, hacen y diseñan banderas, playeras, pulseras; todo con tal de recibir un “gracias”, por parte sus ídolos, o por reunir fondos para viajar a ver a sus oncenas.
Lo cierto es que, muchos de ellos no reparan en que podrían solicitar un empleo como “Community manager”, al gestionar comunidades de una marca en Internet, además de ser organizadores de eventos, directores editoriales, escritores, o incluso, jefes de información en algún medio deportivo, gracias a todo lo que han aprendido como seguidores. Pero no, el aficionado es un incondicional, que no lucra, está ahí, apoya, aporta, suma y, sí exige, pero no un salario, sino, buenos resultados en la cancha.

TODO NACE DEL CORAZÓN
El aficionado se interesa en el futbol y se involucra con él de diferentes maneras, Miguel González, seguidor del Cruz Azul, menciona que le gusta el balompié, “porque es un deporte de mucha entrega”; mientras que Maryeli González, aficionada a Pumas dice que, el futbol, “es un deporte entretenido que provoca una sensación de adrenalina y alegría. Todo está en el corazón, porque no importa lo que suceda, el aficionado no abandona, pues, como dice Diana Amador, seguidora de La Máquina, “a pesar de los malos momentos, seguimos con el mismo amor, con la misma entrega y apoyo que todos los años y, aunque nos dé coraje y una inmensa tristeza sus derrotas, el cariño nos hace seguir a su lado”.
La tribuna hace su propio partido, se hace sentir, a favor o en contra pues, en palabras de Elías Villar, aficionado al América, los de la grada, “hacen que el otro equipo se presione y falle al hacer su juego”, a lo que Mixtty González agrega que, “cuando se apoya desde las gradas o incluso fuera del estadio, influye anímicamente en los jugadores, se vuelve el partido más ameno, incluso algunas veces menos aburrido; porque, no sólo se alienta a los jugadores durante el partido, se defiende al equipo fuera y dentro del estadio. Ser aficionado es serlo sin importar el día y la hora”. De ahí que para efectos de los simpatizantes futboleros, lo que pasa en la cancha, de ninguna manera se queda en ella. Es tal el cariño y entrega del aficionado que, éste es capaz de dejar de lado un paseo con la familia o los amigos, o incluso preferir comprar un boleto para ver un juego, que otras cosas, todo con tal de asistir a un partido; porque ello significa reunirse con una parte de sí mismo, al menos por poco más de 90 minutos.
Es entonces cuando una camiseta de futbol deja de ser una simple prenda de vestir, para convertirse en algo que está cargado de significados; pues de entrada representa para el aficionado: “un honor y orgullo el llevarla puesta”, como menciona Elías Villar, seguidor del América. Porque, en palabras de Maryeli González, un aficionado al futbol es: “aquel que ve el futbol como una fiesta y apoya a su equipo; ya sea yendo al estadio, viendo los partidos o simplemente estando al pendiente de su equipo”.

¿SÓLO EL BALÓN ES INDISPENSABLE?
¿Qué sería del futbol sin los aficionados, esos seguidores incondicionales que alientan y apoyan a su equipo en cualquier circunstancia? De ahí que, pensar que los invitados a la llamada Fiesta Grande del futbol mexicano son solamente los ocho calificados en la tabla es toda una equivocación, porque el noveno invitado tiene su lugar asegurado en la Liguilla desde siempre, vamos, es como un derecho de apartado que no es intercambiable. Porque 11 jamás será igual que 12, pues, como dicen los futbolistas cuando se presentan ante los medios de comunicación al llegar a jugar a un equipo, vienen a sumar, tal cual lo hace aquel personaje apasionado, exigente, leal y siempre incondicional: el aficionado al futbol.

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