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20, mayo 2015 - 8:45

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POR ALEXIS GRIVAS
ENVIADO ESPECIAL DE OEM

CANNES, Francia.- He aquí la película de competición que uno puede odiar sin complejos.
Se trata de “Sicario”, del canadiense Denis Villeneuve, un buen realizador quien nos ha ofrecido en el pasado reciente películas de trama psicológica, pobladas de interesantes caracteres y situaciones (“Politécnico” 2009, “Incendios” 2010, “Prisioneros” 2013).
Ni uno ni otro sucede aquí, a lo largo de este thriller rodado de ambos lados de la frontera mexicano-estadunidense, una producción hollywoodense con la que Villeneuve hace su debut en la competición de este festival. ¡Qué mal debut de verdad! Tal y como uno puede haber sospechado ya,  el filme trata el enfrentamiento de mexicanos y gringos, cárteles y autoridades corruptas por un lado, los malos pues, contra los buenos del otro lado entre DEA, CIA, FBI y hasta el Dpto. del Estado a través de sus agentes, quienes no dudan en utilizar todos los medios, legales e ilegales, incursiones no autorizadas en suelo mexicano, rapto de jefes narcos y su transferencia a territorio estadunidense, todo el paquete. En medio de todo esto una agente del FBI (Emily Blunt), quien no está conforme con las incursiones ilegales, y un mexicano (Benicio del Toro) agente/colaborador de los norteamericanos, ex procurador, entendemos, en la zona fronteriza, quien ha decidido lograr por todos los medios, hasta aliándose con los estadounidenses, tomar venganza por la muerte de su esposa e hija a manos de un gran capo del narco. Todo esto técnicamente resultó muy bien, ya que dijimos que Villeneuve es un buen realizador, pero a través de una absoluta ausencia de credibilidad en los personajes y las situaciones. Los personajes son unidimensionales; sus conductas, previsibles, casi copiados de los héroes de videojuegos; mientras que las situaciones, especialmente aquellas de “acción” contra los narcos, son a nivel de las series televisivas respecto a su credibilidad.
Dentro de todo esto, México sirve como telón de fondo sin ningún intento por parte del director y de su guionista Taylor Sheridan  de presentar lo que allá ocurre a través de  algunos matices… que no me malinterpreten, no se trata de una reacción nacionalista estilo “mira los gringos cómo pintan a México”, nada más y nada menos uno puede sentirse afectado por la desvergonzada utilización que se hace de los elementos mexicanos, (personajes, locaciones…) que aparecen a lo largo del filme. Lamentable y deshonesto este “Sicario” del director canadiense, al que uno desearía que regrese pronto a temas que corresponden a su buena imagen pasada.
Bien puede que México no sale bien librado en este caso, pero esto no impide que el cine latinoamericano siga presente en el certamen.
Después del lunes, en que películas mexicanas dominaron el panorama latinoamericano aquí, esta vez le tocó el turno al cine colombiano, que después de la Palma de Oro atribuida el año pasado a Leidi de Simon Mesa, tuvo esta vez una destacada presencia a través de tres títulos, todos ambientados en el medio rural: “El abrazo de la serpiente”, de Ciro Guerra, presentado en la Quincena de Realizadores; “La tierra y la sombra”, de César Acevedo, coproducido con Francia y estrenado en La Semana de la Crítica, y “Alias María”, de José Luis Rugeles, seleccionado en la sección oficial Un Certain Regard.
El organismo estatal Proimágenes se encuentra por detrás de estas películas a través de apoyos económicos y de su presencia aquí en el Mercado del Filme, donde busca coproducciones y promueve la imagen del país sureño para atraer rodajes de películas extranjeras allá.
Otro tanto sucede aquí con México a través de la presencia de la delegación de Imcine con Jorge Sánchez a la cabeza. Entre los varios encuentros/acuerdos sostenidos por Imcine destaca aquel con los responsables del festival y del mercado de Berlín planeándose una serie de acciones conjuntas previstas para 2006. “Año México-Alemania”. Imcine tiene ya una larga y fructífera presencia en Berlín, donde, aparte de la frecuente presencia y premiación de películas nacionales en el certamen -últimos casos “Los Güeros” en 2013 y “600 millas”- este año participa activamente en varios actos promocionales del Mercado de coproducciones berlinés.
Por su lado, el festival de Guadalajara, que este año presentó aquí en el Mercado, a través de una edición especial, las películas de su sección Guadalajara Construye, buscó acrecentar la colaboración del evento tapatío con aquel de Berlín. El director general de Guadalajara, Iván Trujillo, y la jefa de Mercado, Estrella Araiza, se reunieron con el nuevo jefe del Mercado berlinés, Mattjihs Oiuter Knoll, para planear la mejor colaboración futura entre los dos mercados. Mientras que se reafirmó la continuación de la sección Guadalajara Talents, patrocinada e inspirada de Berlinale Talents a través de la cual se ofrece adiestramiento y asesoría a jóvenes futuros cineastas latinoamericanos.
Entre el resto de las acciones desarrolladas aquí para la promoción/colaboración de las industrias del cine de América Latina estuvo la celebración de un evento para lanzar la plataforma promocional digital CACI, que entrará en operación a mediados de julio.

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