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Con trabajo extra, el tenista suizo Stanislas Wawrinka se sacó de encima al checo Lukas Rosol por 6-4, 3-6 y 6-3 para instalarse en la ronda de cuartos de final del Abierto de Ginebra, su último desafío antes de Roland Garros.

El siguiente rival de “Stan” será el argentino Federico Delbonis, quien hizo lo propio con el ruso Andrey Kuznetsov, jugador proveniente de la “qualy” al que eliminó por marcador de 6-3 y 6-4, al cabo de una hora y seis minutos de acción.

Entre el azuleño y la novena raqueta del orbe hay un único enfrentamiento previo, el cual también fue sobre polvo de ladrillo en territorio helvético, con triunfo para el europeo en la ronda de 32 del torneo de Gstaad en 2009.

Favorito tanto como local como por la preclasificación, Wawrinka necesitó de una hora y 36 minutos para superar al de República Checa, quien le hizo daño dos veces en la segunda manga y de este modo alargó el encuentro.

Para evitar sorpresas, en el set decisivo el suizo recuperó la confianza con su segundo servicio y tal como ocurrió en el capítulo inicial, no concedió ni una oportunidad de rompimiento, por lo que le bastó un quiebre en tres oportunidades para cantar victoria.

Así pues la máxima esperanza de los anfitriones sigue en pie, en esta edición que significó el regreso del certamen al calendario de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), tras ser degradado a un evento de categoría Challenger desde 1992.

Entre Wawrinka y el croata Marin Cilic, principales sembrados, pretenden devolverle brillo a esta competencia que llegó a ser conquistada por grandes nombres dela talla de los suecos Björn Borg y Mats Wilander, así como por el francés Henri Leconte y otro especialista histórico de la superficie como el austriaco Thomas Muster.