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Mira

23, mayo 2015 - 11:26

┃ María Vega

nota-espectaculos-cannes

POR ALEXIS GRIVAS
ENVIADO ESPECIAL DE OEM

CANNES, Francia.- Hemos anotado aquí en ocasiones anteriores desde este festival que por alguna coincidencia y/o cálculo de los directores artísticos/programadores de los grandes certámenes cinematográficos internacionales, las películas más fuertes de la competición son programadas para los últimos días.
Si de las dos hipótesis la segunda es la más viable, entonces el delegado general de Cannes Thierry Fremaux tuvo el buen tino de programar para ayer, penúltimo día del certamen, “Chronic”, cuarto largometraje del realizador mexicano Michel Franco, siendo ésta la penúltima película en competición de esta 68ava edición de este festival.
En cuanto a la Quincena de  Realizadores, la colombiana “El abrazo de la serpiente”, tercer filme  de Ciro Guerra (“Los viajes del viento”, 2009) fue la ganadora dentro de la selección internacional de esta sección, apenas veinticuatro horas después que otra producción colombiana, “La tierra y la sombra”, del debutante César Augusto Acevedo, se llevó dos premios en la Semana de la Crítica, confirmando así la excelente presencia del cine colombiano este año aquí.
Repitiendo con la fórmula ganadora en el pasado festival de Berlín, donde “600 millas”, del debutante Gabriel Ripstein, se llevó el galardón de la mejor ópera prima en la que Michel Franco era productor acompañado por David y Moisés Zonana, Ripstein fungía de director y Tim Roth era el intérprete principal; esta pujante combinación sacudió literalmente ayer la somnolienta sección competitiva de Cannes alternando en los papeles principales: Franco de director, Ripstein de productor con los hermanos Zonana, siempre en esta misma tarea, a la vez que Roth repitió en el papel protagónico.
El resultado de esta potente combinación de talento fue “Chronic”, con la que Franco accede ya a las ligas mayores de este certamen que lo acompañó en su camino de realizador desde que “Daniel y Ana” fue seleccionado en la Quincena de Realizadores en 2009 y que “Después de Lucía” se llevó el Gran Premio de la sección oficial Un Certain Regard en 2012, donde justamente Franco conoció a Roth, quien era el presidente del jurado.
“Chronic”, por un lado sitúa ya a Franco entre el selecto círculo de cineastas “descubiertos” por este certamen, mientras que por otro demuestra que este talentoso  joven  es capaz de renovarse tanto en su temática como en su proceso de realización.
Mientras que en “Daniel y Ana” y “Después de Lucia” Franco establecía desde un mero principio, sin matices y casi de manera violenta, los elementos que acompañan tanto la trama narrativa como su proceso de realización, en el caso de “Chronic” el director-guionista adopta otro procedimiento, más reservado y sutil, agregando paulatinamente a lo largo del filme elementos sustanciales que enriquecen nuestro entendimiento del personaje principal de “David”, magistralmente interpretado por Tim Roth, un actor inglés al que muchos consideran norteamericano, quien ofrece aquí quizás su mejor actuación hasta este día situada justamente en el antípoda de la mayoría de sus papeles anteriores a través de los cuales creó su perfil de actor, siendo el caso de su colaboración con Tarantino desde “Reservoir Dogs” hasta “Los ocho odiosos”, actualmente en filmación, un ejemplo característico de su habitual cariz de intérprete.
“David” es una persona introvertida, quien ejerce su trabajo de enfermero de pacientes en fase terminal con una dedicación, identificación y apoyo a sus pacientes, a tal punto que en algunos casos hasta cae víctima de las reglas conservadoras de la sociedad: Los parientes de un señor que David atiende llegan hasta acusarlo de molestias sexuales con su paciente.
Mientras la trama se desarrolla, Franco nos ofrece pequeñas dosis de informaciones adicionales que nos dejarán entender de manera sutil el porqué del carácter de David y la razón, casi por penitencia, por la que establece relaciones muy cercanas con sus pacientes. Así entenderemos que David tiene una hija a la que no ha visto desde hace tiempo y a una esposa de la que se distanció desde que él decidió ofrecer eutanasia asistida a su hijo menor, afectado por una enfermedad incurable.
Todo esto se despliega por parte tanto de Franco como de Roth sin un ápice de sentimentalismo fácil. Todo se antoja justo y medido, hasta los momentos de mucha carga emocional -la plática de Roth con su hija sobre su hijo difunto, al encontrarse de nuevo con ella.
El momento donde la película da un giro determinante que la dirige hacia el final se da cuando “David” acepta después de muchas dudas, repetir lo que hizo con su hijo: asistir a una paciente enferma para poner fin a su vida por eutanasia.
Aquí la “penitencia” de “David” cobra su pleno  sentido a la vez que concretiza los otros muchos elementos que se tocan a lo largo del filme, entre otros la manera en que en nuestra sociedad tratamos a los viejos y los inválidos, a los que están ya próximos a la salida, las relaciones entre los seres humanos. El final se antoja también justo y lo único posible: “David” ha pagado ya su deuda consigo mismo y con su entorno y la única opción que le queda no es otra que abandonar la vida a través de un accidente de tráfico, muy posiblemente provocado.
Franco, respondiendo a preguntas de éste y otros periodistas a lo largo de la muy concurrida conferencia de prensa que siguió a la proyección matutina para la prensa, confirmó nuestra impresión de haber enfrentado el guión de manera bien diferente que en sus películas anteriores, haciendo especial referencia a su colaboración en este sentido tanto con Roth como con Ripstein. El papel era originalmente escrito para una mujer, a raíz de una experiencia personal de Franco con la enfermera quien  acompañó a su abuela en sus últimos meses de vida, y su rodaje estaba previsto a realizarse en México. Al expresar Roth su interés por el papel, respondiendo positivamente en apenas dos días  al guión que le envió Franco, se tomó la decisión de rodar la película en ingles, y en Estados Unidos. Lo que por otro lado resulta impresionante es que este debut anglófono de Franco no parece haber afectado de manera alguna su proceder creativo. Lo que sucede de aquel lado de la frontera podría bien haberse llevado y ocurrido en México dentro de la clase media alta que ha sido una constante en todas las películas de Franco.
En suma, se trata de una película emotiva, humana y lucida  a través de un procedimiento de sugerencias y no de imposiciones respecto a los personajes y las situaciones  a las que se encuentran implicadas.
En definitiva, un filme, o quizás me atrevería decir que el único de los que hemos visto aquí en competición, con el que uno como espectador se siente interesado y sobre todo comprometido.
Esta constancia hace pensar que el filme, Tim Roth y Franco podrían, merecerían plenamente diría yo, encontrarse el día de mañana en el palmarés. Es un pequeño y/o un gran paso dependiendo del jurado en el que, recordémoslo, participa también el mexicano Guillermo del Toro.

SE ENTREGARON LOS PRIMEROS PREMIOS
Respecto a los premios de la Quincena de Realizadores, aparte del triunfo del cine colombiano tanto aquí como en la Semana de la Crítica, anotemos que otro premio para su selección internacional correspondió a la película turca “Mustang”, de Deniz Gamze Ergüven, mientras que el premio reservado a las películas francesas presentadas en su programa correspondió al largometraje de  Arnaud Desplechin, “Tres recuerdos de mi juventud”.
La entrega de los premios se verificó durante la ceremonia de clausura de la Quinzaine, bajo la dirección  por cuarto año consecutivo del periodista, ex crítico de cine (diario Liberation) y escritor Edouard Weintrop.
Su vigorosa programación concluyó con la presentación durante la gala de entrega de premios de la independiente producción norteamericana “Dope” dirigida por Rick Famuyiwa, que trata de la vida de un joven norteamericano de color en un difícil y conflictivo barrio de Los Ángeles.
Otros premios entregados ayer fueron los correspondientes a la 18ava edición de la sección Cinefondation, donde compiten películas de jóvenes cineastas alumnos de escuelas de cine.
El jurado de Cinefondation y de cortometrajes presidido por el célebre cineasta africano Abderrahmane Sissako incluía a la actriz francesa Cécile de France, la cineasta libanesa Joana Hadjithomas, el actor polaco Daniel Olbrychski y la realizadora franco-polaca Rebecca Zlotowski, escogió lo mejor entre los 18 filmes de estudiantes seleccionados entre 1,593 candidatos de 381 escuelas de cine de todo el mundo.
Los galardones:
Primer premio y 15 mil euros a “Share de Pippa Bianco” (AFI’s Directing Workshop for Women, Estados Unidos).
Segundo  premio y 11,250 euros a “Locas perdidas” de Ignacio Juricic Merillán (Carrera de Cine y TV Universidad de Chile).
Tercer premio y 7,500  euros ex aequo a “El regreso de Erkin”, de Maria Gursova (High Courses for Scriptwriters and Film Directors, Rusia), y “Víctor XX” de Ian Garrido López (ESCAC, España).
El primer largometraje de la  ganadora del primer premio será automáticamente seleccionado en el festival de Cannes.
El sábado se anunciarán los premios de la crítica cinematográfica, Fipresci, y aquellos de la sección oficial Un Certain Regard, mientras que el domingo se dará a conocer el palmarés oficial decidido por el jurado internacional correspondiente a las películas en competición y aquel de Cámara de Oro, reservado a todos los primeros filmes seleccionados en todas las secciones del festival.

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