POR GUILLERMO MARTÍNEZ G.
FOTOS: JESÚS TÉLLEZ

ESTADO DE MÉXICO.- En la Ciudad de los Dioses –Teotihuacan-, fue encendido el Fuego Nuevo rumbo a los XVII Juegos Panamericanos de Toronto.

Con danzas prehispánicas, incienso y energía que emanaba de las Pirámides del Sol y la Luna, la llama recorrerá 230 ciudades en 41 países, antes de llegar a la ciudad sede a través de artistas, deportistas y líderes comunitarios.

Durante la ceremonia desfilaron las 41 banderas afiliadas a ODEPA, además de que se entonó los Himnos Nacionales de México, Canadá y de la propia Organización Deportiva Panamericana.
Faltan 46 días para el inicio de la justa canadiense, pero ya el ambiente deportivo se vive en los dirigentes, en los presidentes de federación que acudieron a presenciar tan singular encuentro con los dioses.

Sobre la Calzada de los Muertos, los danzantes hicieron el ritual ancestral anunciando el comienzo de la fiesta de América, mientras el sonido del caracol de extendía sobre los cuatros puntos cardinales de Teotihuacan.

Con el fuego comienza una nueva historia para los deportistas, misma que deberán cubrir con triunfos o derrotas, pero emanados por su voluntad de participar y entregarse totalmente en las competencias.

Con este evento ha dado comienzo la cuenta regresiva para los Juegos Panamericanos.

Y México estará presente con sus mejores exponentes, bendecidos por los dioses.
Como dijo el gobernador Eruviel Ávila:
“Los griegos tomaban el fuego para los Juegos Olímpicos del Monte Olimpo porque ahí vivieron sus dioses. En América, el fuego de estos Juegos Panamericanos nace en Teotihuacan”.

Entre las autoridades presentes estuvieron Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México; Julio César Maglione, presidente de ODEPA; David Robert Petterson, presidente del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos; Carlos Padilla, presidente del COM; Ivar Sisniega, vicepresidente de ODEPA y Jimena Saldaña de Aja, secretaria general, e invitados especiales.