TORREÓN.- Santos comenzó a cosechar lo que sembró.

Sí, el proyecto del presidente de los laguneros Alejandro Irarragorri y Pedro Caixinha ya dio frutos, pues luego de tres años de altibajos, sinsabores y fracasos, el luso y los Guerreros están en la antesala del título. La clave para lograr convertirse nuevamente en un equipo protagonista en el futbol mexicano fue la paciencia, así lo expresó el dirigente de los Guerreros, quien nunca se dio por vencido.

“El punto convergente es el trabajo, acá todos trabajamos para un objetivo, jalamos parejo y aquí está el resultado. Todos nos hemos equivocado, yo me equivoco todos los días, pero la gran virtud es reconocer cuando fallas y actuar en consecuencia a los errores, además, creo que debemos ser fieles a nuestro plan de trabajo y a pesar de lo duro se deben mantener la concentración, la unión y la paciencia, ésta la tuvimos en los momentos más complicados”, expresó el dirigente, quien además dejó en claro que por más baches que pisaron en el camino en su cabeza nunca rondó cesar al estratega lagunero: “No, para nada, creo que su trabajo habla por sí mismo. Pedro (Caixinha) ha entregado mucho al futbol mexicano, nosotros crecimos con en él en áreas estratégicas.

Sí vivimos momentos muy difíciles. En varias jornadas sufrimos porque no llegaba la victoria y los goles no entraban; pero sabíamos que este equipo se estaba integrando por la reestructuración y debíamos tener paciencia. Fue algo similar cuando llegó Daniel Guzmán; en siete jornadas, ni un triunfo, estábamos al borde del descenso y se salió adelante. Cuando no ganas se sufre y duele, pero eso son los obstáculos que te fortalecen para seguir luchando y creciendo como institución y seguiremos creciendo”, finalizó.