RICARDO Peláez salió al paso ante los detractores que no creen en Ignacio Ambriz y menos que hará un buen trabajo en las filas del América, pues “ya no es garantía que tengan seis u ocho títulos para que nos vaya bien”.

Así lo expuso Peláez, y para muestra, puso el ejemplo del “Piojo”, quien antes de llegar al América no había probado las mieles del éxito y sí las decepciones de un descenso.

“Traigo a un Miguel Herrera que no había ganado nada, había descendido con Veracruz. Y afortunadamente hicimos 32 puntos que nos sirvieron para llegar a semifinales, el siguiente 31 y al tercer torneo campeones, fue un técnico que cuando le hablé llegó con una sonrisa igual a con la que llega Nacho, recuerdo ese momento.

Miguel no había ganado nada y hoy es técnico de la Selección Nacional, un gran técnico y una gran persona”.

Así que con Ambriz “me baso mucho en que quizá no tenga títulos en la bolsa, pero sí tiene ambición, y más en el América, para mí la ilusión es fundamental. Los títulos en la bolsa te quitan esa ilusión de ganar algo, y eso lo veo en Nacho, que tiene experiencia internacional con Javier Aguirre como lo fue en Atlético de Madrid y después en una trayectoria ascendente”, ponderó el directivo Águila, quien al igual que el flamante entrenador le solicitó a la afición el beneficio de la duda.

“Le pido a la mejor afición de México el beneficio de la duda y que recordemos también cómo llegó Rubens Sambueza al país y quién apostaba un cacahuate por él, y hoy es un ídolo americanista”, ejemplificó.

Cual advertencia, le recordó a Nacho que “los resultados marcan el camino, sabe la exigencia que hay, Liga, Concachampions y Mundial de Clubes, el promedio y los Clásicos. Los puntos van arriba, y cuando te acostumbras a ganar, la exigencia te marca los números”, agregó.

Con un amplio conocimiento sobre el flamante entrenador, arremetió sobre los dimes y diretes acerca de las salidas de Antonio Mohamed y Gustavo Matosas.

“Hubo ‘verdades que no son ciertas’, con Tony fuimos líderes y campeones, y se dice que se fue porque no me gustaba la propuesta futbolística. Lo de Gustavo se dice que se ocultaron cosas, no hubo diferencias, más que la continuidad del plantel, del presupuesto, la continuidad de la plantilla y los jugadores que pretendía. No estaba en posibilidades cumplir esa idea y por eso se fue”, frenó la polémica. (Luis García Olivo/ Foto: Martín Montiel)