EFE

Louis Van Gaal, técnico de la selección de Holanda, conversó, en la víspera del partido ante Argentina de la semifinal del Mundial, individualmente con Robin Van Persie en la práctica de la ‘Oranje’, donde se vio a un Arjen Robben concentrado.

En el estadio Paulo Machado de Carvalho de Sao Paulo, conocido popularmente como Pacaembú, saltaron al terreno de juego 21 jugadores. Leroy Fer tienen problemas musculares, y Nigel de Jong se recupera de la lesión que sufrió en el minuto 9 del partido de octavos contra México.

Con el central Ron Vlaar recuperado de molestias en su rodilla, Van Gaal inició el entrenamiento con una charla de cinco minutos con Van Persie, su capitán.

Aparte de la conversación con el técnico holandés, llamó la atención que el delantero del Manchester United trabajase de forma separada del grupo junto al lateral Daryl Janmaat, pues corrieron junto a los arqueros.

En un ambiente relajado entre los 21, sorprendió el gesto adusto de la estrella holandesa, Arjen Robben, quien apenas habló con sus compañeros durante los 15 minutos del entrenamiento abiertos a los medios de comunicación.

El extremo del Bayern de Múnich se emparejó con Wesley Sneijder, quien, en contraste con Robben, mostró una expresión relajada.

Un calentamiento de fuerte intensidad y ejercicios para trabajar la capacidad de reacción ocuparon parte de la sesión, vigilada muy de cerca por Van Gaal.

Vlaar, que se le había visto cojear en jornadas anteriores, se entrenó normalmente, aunque se notó que en los ejercicios con balón sus colegas tenían un cuidado especial en los balones divididos.

Mientras, los porteros Jasper Cillessen y Tim Krul practicaron lanzamientos de penalti y falta. Van Persie probó los reflejos de ambos en los libres directos.

Krul, meta habitualmente suplente, fue el héroe insospechado de los cuartos de final ante Costa Rica al ingresar en el campo en el minuto 120 para la tanda de penaltis.

Paró dos de ellos y puso a su selección en las semifinales del torneo.

El entrenamiento de hoy fue el último antes del choque de semifinales ante Argentina, en el Arena Corinthians de São Paulo.