CON un caminar pausado, recorrió su nuevo hábitat, olfateó cada rincón y comenzó a marcar su nuevo territorio…

Ya sin melena y en compañía de su padre, el nuevo defensa de Pumas, Marcelo Alatorre, asistió a Ciudad Universitaria para realizar los exámenes médicos correspondientes, los cuales determinan su estado de salud, además de su fuerza, resistencia y ritmo cardiaco a diferentes tipos de esfuerzos físicos.

En punto de las ocho de la mañana, el “Chelo” arribó a Medicina del Deporte en la UNAM, donde se puso en manos de los médicos, quienes le realizaron diversos tipos de pruebas. Para iniciar, Alatorre se despojó de su playera y se colocó un chaleco que contiene un sistema el cual permite medir su ritmo cardiaco y su presión arterial, mientras utilizaba una caminadora, la cual fue de menos a mayor esfuerzo, para de esa forma determinar cual es su máximo potencial. Posteriormente tomaron su altura, su peso y midieron cada uno de sus músculos.

Para las segunda ronda de pruebas morfofuncionales tuvo que esperar a que Alfredo Saldívar, Alejandro Palacios, Daniel Ramírez, José Antonio García, Luis Fuentes, Rafael Cid, Luis Quintana, Omar Islas, Jorge Escamilla, Jesús Gallardo y Daniel Ludueña realizaran lo propio.

De ahí, Alatorre pasó a otro cubículo donde midieron la fuerza en sus piernas y la altura que alcanza con el resorte de las mismas. Al concluir todas estas pruebas, el zaguero caminó con su entrañable amigo ESTO, para quien posó en un par de fotografías y dejó en claro que llegó a Pumas con hambre de triunfo. (Tonatiuh G. Trujillo/Fotos: Martín Montiel)