DUNEDIN.- Un día después del dulce sabor de la victoria sobre Uruguay, Sergio Almaguer se mentaliza en Serbia, tercer y último rival de la fase de grupos del Mundial Sub-20 de Nueva Zelanda, pues el objetivo es avanzar a la siguiente ronda, los octavos de final.
México derrotó 2-1 a los charrúas con agónico gol de Kevin Gutiérrez, mientras que Serbia se impuso 2-0 a Malí, así que el grupo D se apretó, ya que las cuatro selecciones están empatadas con tres unidades, y se jugarán el boleto en el siguiente choque.
“Al analizar el partido de Uruguay fue contra Serbia, y me pasó que es como cuando vas en tu coche y no dejas de voltear el coche del vecino, uno mejor que otro, pero con diferentes estilos”, explicó el entrenador.
Convencido en que pueden dar más, Almaguer es optimista. Se ve clasificado a la siguiente ronda, pues tiene con qué derrotar a los europeos.
“Estoy en la misma idea. Son tres partidos. Fue la segunda final: en la primera nos tocó perder; en la segunda afortunadamente ganar, pero así como dije en el primer partido que no todo estaba perdido, ahora no todo está ganado, hay que tener paciencia, hay que ir por el tercer juego”, ante los serbios.
Finalmente, aseveró que las claves para llevarse el triunfo ante los sudamericanos fue “la unión y paciencia” que mostró su escuadra. “Sabíamos que era un partido en donde requeríamos mucho control emocional, no caer en provocaciones y obviamente no provocar. También (resalto) la inteligencia para jugar esta clase de partidos, contra rivales tan bien armados”, finalizó.