Los escándalos en torno al órgano rector del fútbol no han cesado y lo más seguro es que salgan a relucir más en los próximos días. En esta ocasión se trata -otra vez- del trinitario Jack Warner, ex-presidente de la CONCACAF, que es acusado por desviar 750,000 dólares que había donado la FIFA y la Federación de Corea del Sur en apoyo a las víctimas del terremoto de 2010 en Haití.

Según las investigaciones del FBI, Warner recibió las donaciones en una cuenta que él administraba directamente. Estas acusaciones no son nuevas, pues en 2012 ya se le había cuestionado por lo mismo aunque en ese momento no hizo más que negar cualquier situación.

Un allegado al trinitario declaró que Warner tenía tanto poder en Trinidad y Tobago, que sólo él podía hacer ese tipo de movimientos, y ahora las autoridades de dicho país investigarán qué sucedió con el dinero que estaba destinado para beneficio de los haitianos.