POR S. ALEJANDRO A. GALICIA

NATALIA Lafourcade apareció en el escenario poco antes de las 21:00 horas de ayer. Elegante con un vestido blanco y guitarra en mano, en solitario y con poca luz. No hacía falta más. Aplaudida y con sus fanáticos atendiendo a su voz tan educada interpretó “Para qué sufrir”.
Después de la primera canción, apareció la banda que acompañó a la veracruzana a lo largo del concierto, ocho músicos completaron el escenario y tocaron enseguida “Vámonos negrito” y “Antes de huir”.
“Buenas noches, hoy se cierra un ciclo después de haber estado en el estudio y se abre otro. Es la presentación de mi disco ‘H’asta la raíz’ y es precioso ver este teatro lleno”, dijo para saludar al público que agotó las entradas.
Enseguida interpretó el tema que da nombre al álbum acompañada en la jarana por Emmanuel del Real, integrante de Café Tacvba. Siguieron: “Ya no te puedo querer”, “Lo que construimos”, “Palomas blancas” (con Natalia al piano) y “Nunca es suficiente”, una de las más coreadas de la noche.
A partir de ahí, Lafourcade dio un salto al pasado para mostrar canciones de otros materiales: “La fugitiva” y “Amor de mis amores”, originales de Agustín Lara; “Amarte duele”, tema de la película de Fernando Sariñana, “Casa”, “Un pato” y “En el 2000”, canción que la llevara a la fama hace más de 10 años.
La cantante y compositora dejó ver la experiencia que ha adquirido con el pasar del tiempo, los shows y los discos. Dueña del escenario interactuó con sus fans con maestría, lo mismo los mantuvo expectantes del tema siguiente que los hizo levantarse a bailar.
Las canciones que continuaron con el show fueron: “Te quiero ver”, “Mi lugar favorito”, “Limosna” (a dueto con Meme del Real), “Aventurera” y “Ella es bonita”, en la que subió a ocho de sus fans a bailar y cantar.
Rumbo al final de la gran presentación de la virtuosa mexicana, se escucharon: “Estoy lista”, “No más llorar”, dedicada al momento que atraviesa México, y “Azul”, que cerró la espectacular velada.
Natalia Lafourcada completó exitosamente, con su indudable talento, el primero de tres conciertos con localidades agotadas en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México.