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Aunque la actividad que ha tenido con el Porto no ha sido la que esperaba, el defensa Diego Reyes aseguró que de ninguna manera piensa renunciar a su sueño de quedarse en Europa para seguir picando piedra.

“Estoy muy contento de estar allá, he aprendido muchísimas cosas. Te puedo decir que soy mejor jugador, mejor persona y eso para mí ya es mucho; voy a tratar de alcanzar mis sueños, mis expectativas, aunque tenga que picar piedra no importa, pero los voy a alcanzar”, aseveró.

En entrevista en la concentración de la selección nacional que se alista para disputar la Copa Oro, aseguró que por su mente no pasa el pensar en regresar a México pues tiene los objetivos muy claros y su anhelo desde niño era el futbol europeo.

“No pienso regresarme, es algo que siempre quise desde chico, el poder jugar allá. No voy a regresarme por uno o dos años que no haya jugado, por uno o dos años que haya pasado de adversidad, no me voy a rendir. Si algo me caracteriza es que siempre he logrado lo que he querido y ahora no va a ser la excepción”, aseveró.

Reyes, quien también suele desempeñarse como contención, señaló que la falta de actividad en el Porto no le afectará en su desempeño en el representativo nacional.

“Estoy con muchos deseos y muchas ganas e jugar, si bien es cierto no he jugado mucho en el equipo eso no impide que pueda hacer bien las cosas acá, tengo una mentalidad de ganarme un lugar y competirle a cualquier rival que se presente”, indicó.

Por lo que respecta al equipo dijo que aunque el futbol ha crecido en la zona, el tricolor trabaja muy duro para demostrar de lo que está hecho con una buena base de jugadores importantes por lo que no hay pretextos para no ganar la Copa Oro.

“Sabemos que cada día el futbol es más corto en el aspecto de competencia pero nosotros estamos trabajando muy duro para demostrar de lo que estamos hechos”, aseveró.

Tenemos el talento, tenemos una base de jugadores importantes que podemos llegar a lograr cosas importantes que es lo que queremos, tenemos la mentalidad y el objetivo común de ganar la Copa Oro, vencer al rival que se nos presente; no hay pretextos.