POR MANUEL GÓMEZ C.
FOTO: JOSÉ LUIS GARCÍA

FELIZ Día del Papá.
Miguel Layún está encantado.
Es la mejor época de su vida.
Mateo lo tiene “loco”.
Goles son amores…
Layún ha marcado tantos, pero su primogénito es lo más bello de su vida.
Miguel lo refleja a flor de piel.
“Ser padre, es muy padre”, dice sonriente.
“Mi Mateo me tiene superfeliz, la verdad”, agrega.
En tono de broma, Miguel dijo: “Héctor (Herrera), Guardado, Memo Ochoa y yo, con los nacimientos de nuestros hijos formaremos una Selección infantil”, y rió.
Lo extraña, como también a su señora esposa.
“La presencia de mi angelito Mateo es una bendición de Dios, y créeme que lo disfruto como no tienes idea. Mi esposa y mi hijo me motivan para seguir creciendo como persona y futbolista. Considero que en ambos casos he madurado y seguiré buscando esa madurez, mientras, me sigo preparando y lo hago con muchas ilusiones”, declaró.
Para Layún es un verano de regocijo.
El ascenso con el Watford acumula triunfos en la vida de Layún.
“En mi vida personal ha sido un verano muy importante, lleno de triunfos, de goles. Cumplí un objetivo importante que era ascender con el Watford en una apuesta muy grande. Después, el día más feliz de mi vida, que ha sido el nacimiento de mi hijo y espero redondearlo con el trofeo de la Copa Oro para decir que este ha sido e mejor verano que he tenido”.