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Mira

21, junio 2015 - 13:10

┃ María Vega

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Londres.- Las características lluvias que azotan la gira sobre césped cada año, obligaron a que el tenista británico Andy Murray disputara dos encuentros este domingo, antes de consagrarse en el Aegon Championships de Queen’s por cuarta vez.
El escocés sumó una gloria más a las cosechadas en 2009, 2011 y 2013, además de que ratificó el excelente momento que atraviesa, pues viene de un exitoso paso por la tierra batida y, con pocos días para adaptarse, dio un primer paso firme sobre hierba, con la ilusión más latente que nunca para volver a conquistar Wimbledon.
La víspera, el tercer mejor jugador del orbe puso pausa a su duelo de semifinal en el 3-3 del primer set ante el serbio Viktor Troicki, pero esta mañana no tuvo ningún problema para completar la faena en una hora y 38 minutos.
Murray estuvo intratable en la devolución del segundo saque de su oponente, con el cual se adjudicó 21 de los 28 puntos que se pusieron en juego, aunado a que quebró en tres de las 10 ocasiones que fabricó y salvó cuatro de los cinco escenarios límite que encaró.
La paridad de lo poco que se vio el sábado, dio un giro completo para hoy y acabó con marcador contundente de 6-3 y 7-6 (7/4), mismo que le permitió extender la hegemonía sobre el balcánico a 7-0.
Ni tiempo tuvo de festejar, pues sabía de antemano que tenía que “cambiar el chip” muy rápido porque en la gran final ya lo esperaba el espigado sudafricano Kevin Anderson, quien superó al francés Gilles Simon por parciales de 6-3, 6-7 (6/8) y 6-3 desde la jornada anterior.
Pero en el partido decisivo, pudo más el ritmo que ya traía a cuestas el vigente campeón olímpico que el descanso extra del que gozó Anderson, 17 de la clasificación internacional.
Ni los más certeros bombazos del nacido en Johannesburgo sacaron de quicio al pupilo de la francesa Amélie Mauresmo, pues paciente aguardó a que su presa titubeara para arrebatarle su servicio una vez en cada manga.
Para respaldar el par de golpes, el británico se refugió en sus dos intentos desde la línea del saque, donde promedió 80 por ciento de efectividad, por lo que su adversario jamás pudo crear ni una sola chance de ruptura.
No obstante, el sudafricano no se marchará con las manos vacías ya que el hecho de alcanzar por primera vez la última ronda de un torneo sobre pasto será recompensado con el mayor avance de su carrera en el escalafón global en el que, a partir de este lunes, se estrenará como decimocuarto de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).
Por su parte, el flamante monarca se unió a una pléyade de jugadores que son los máximos ganadores históricos de este certamen londinense con cuatro trofeos: el alemán Boris Becker, el australiano Lleyton Hewitt y los estadunidenses John McEnroe y Andy Roddick.