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El mariscal de campo Tom Brady presentará este martes una apelación ante la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL), en busca de reducir la suspensión de cuatro juegos que le fue impuesta por su presunta participación en el llamado “deflate-gate”.

El comisionado Roger Goodell será el encargado de escuchar la apelación presentada por la Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA) en nombre de Brady, quien será defendido ante la Liga por el abogado Jeffrey Kessler, el cual ya ha representado a jugadores como Ray Rice y Adrian Peterson en sus respectivos conflictos con la Liga.

Los problemas para el mariscal de campo de Patriotas de Nueva Inglaterra comenzaron tras el juego de campeonato de la Conferencia Americana (AFC) contra Potros de Indianápolis, cuando se descubrió que los balones que él utilizó durante el juego estaban inflados por debajo de las normas establecidas por la NFL.

El hecho, que habría sido obra de un par de empleados de los vestidores del Estadio Gillette, casa de Patriotas, derivó en una investigación encabezada por el consultor independiente Ted Wells.

En su reporte, Wells determinó que era más probable que Brady estuviera al tanto de las actividades de dichos empleados a que no, lo cual llevó a que la NFL suspendiera a Brady por los primeros cuatro partidos de la temporada 2015 de la NFL.

Ahora Brady luchará por ver reducido el castigo e incluso, si es posible, que sea eliminado del todo, aunque para ello el comisionado Goodell espera que la defensa del pasador presente nueva evidencia que anule los hallazgos del Reporte Wells.

No obstante, si la Liga se negara a reducir el castigo, el quarterback todavía podría presentar una demanda ante una corte federal, lo cual supondría una batalla completamente nueva, tanto para el jugador como para la NFLPA.