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24, junio 2015 - 20:39

┃ María Vega

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POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

A 54 días de la cornada que el diestro guanajuatense Diego Silveti sufrió en la pasada feria de Aguascalientes (tres de mayo), el matador continúa con su rehabilitación, la cual se ha alargado por las complicaciones que tuvo al reaparecer antes de que le herida estuviera sanada en su totalidad. Pero Madrid era una parada que obligaba un compromiso titánico, por lo que Diego y su equipo decidieron jugarse la carta pese a saber que la herida se complicaría mayormente. Asumidas las consecuencias, actualmente Diego continúa con el proceso de recuperación y aunque pareciera que ya se ha alargado mucho el alta médica, todo camina de acuerdo a lo estipulado y al parecer este fin de semana el doctor Rafael Vázquez Bayod le cerrará la herida para que Silveti finalmente y posiblemente la próxima semana pueda reaparecer en el campo bravo.

“Seguimos en el proceso de cicatrización, desgraciadamente al quedar abierta la herida las curaciones son diario, ya que el proceso de cierre está siendo natural, por eso está durando más de lo que teníamos contemplado antes. Lo que sí, es que esperamos que siga por buen camino y que este fin de semana, una vez descartada la infección, se pueda cerrar la herida y a partir de ahí comenzar a entrenar con mayor regularidad e inclusive ir al campo, que sería lo ideal. Esperamos esto se concrete a finales de la próxima semana”, indicó Diego.

“Esta semana es importante, ya que pudimos aumentar el nivel de entrenamiento; aún no nos permiten corre pues además la zona es muy molesta. Pero hacemos sesiones de gimnasio, bicicleta, elíptica y caminata constante; esta semana igual ya tomamos los trastos para entrenar de salón, de manera suave y pausada. Esperamos todo siga de acuerdo al plan y este fin de semana me puedan cerrar la herida”, subrayó el diestro de dinastía.

“Gracias a Dios la herida ha evolucionado muy bien mediante periodos y curaciones muy dolorosas; prácticamente hemos tenido que ir a diario con el doctor Rafael Vázquez Bayod a que nos cure la herida. Tiene que meter pinzas y tijeras en la herida y curar con mucha fuerza para que cure mejor. Ha sido bastante molesto, pero ha dado como resultado la infección, pero va acorde”, mencionó el torero.

Silveti apuntó que los cuidados son rigurosos con la zona afectada, está evitando salidas al campo y entrenamientos forzosos, además debe estar bien cubierto el gemelo derecho, que es la parte de la cornada. De esta manera se ha mantenido fuera de infección grave.

-¿Te ha comentado el doctor si habrá secuelas?

“En principio no hay secuelas. Después haremos una rehabilitación más forzosa y con mayor cautela para que no se agrave el tendón de Aquiles, por lo cual horita seguimos al pie de la letra las indicaciones de no hacer nada más de lo que nos tiene permitido el doctor”.

 

¿LO VOLVERÍA HACER?

-¿La pregunta es, lo volverías hacer si así se dan las circunstancias?

“Ciento por ciento sí”, respondió sin titubeos.

-¿Reaparecerás hasta estar ciento por ciento rehabilitado?

“En esta ocasión sí, porque ya tuvimos un disgusto y pagar las consecuencias de adelantar el proceso. Sabíamos que Madrid lo merecía, pero ahora no hay prisa y si Dios quiere tenemos cosas para agosto en España, así que tenemos tiempo para llegar bien recuperado”.

-¿Cuál es tu estado mental común en estos momentos?

“Intento motivarme y recordar que aún quedan muchas cosas por hacer y que tengo mucha ilusión por seguir figurando en esto. Así como hay momentos de gloria hay momentos de dolor y estos tramos hay que asumirlos con entereza, es parte de la profesión. Y claro, aprovecho para disfrutar a mi familia, lo cual me da fuerza para cuando me vuelva a vestir de torero y vaya con más ganas”.

-Habías comentado que la faena de Aguascalientes es de las más importantes de tu carrera; sin duda, a su vez el toro te vendió caro el triunfo.

“Desde luego. El toro hizo lo que tenía que hacer, para lo que nació, que es ser bravo. Y en un descuido mío me pegó la cornada que son cosas que deben hacer los toros bravos. Los dos estábamos fundidos, entregados y abandonados de nuestro cuerpo, cuando ocurre esto la faena llega a cuotas impresionantes, pero también suelen ocurrir este tipo de percances. Pagué con sangre el precio de su vida”.

-¿Un triunfo sellado a fuego?

“Así fue. Es la grandeza del toreo: La vida de un toro y la sangre de un torero que hubo en esa tarde”, finalizó.