Con la tecnología de Google Traductor

Mira

1, julio 2015 - 10:31

┃ ESTO

nota-toros-diego-silveti

POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

LA noche del lunes el Presidente Enrique Peña Nieto ofreció una cena en el emblemático Palacio Nacional en honor a los reyes de España, S.M. Felipe VI y Letizia Ortiz, en el marco de la visita de sus majestades a nuestro país.
El magno evento tuvo 250 invitados, entre los que destacaron personalidades de la política, embajadores, gobernadores, diplomáticos, diputados y senadores; así como personajes del espectáculo, las artes y el deporte, como Hugo Sánchez.
El medio taurino estuvo presente en esta majestuosa noche y tuvo representación con los distinguidos matadores Diego Silveti y Arturo Saldívar. Ambos toreros mexicanos fueron invitados por la Presidencia de la República y la Secretaria de Relaciones Exteriores para representar al toreo mexicano debido a sus triunfos tanto en México como en España. Recientemente ambos espadas comparecieron en la feria de San Isidro, que celebra la plaza de toros Las Ventas, en España, considerada la más importante del mundo y a la cual acudió por vez primera S.M. Felipe VI, tras ascender al trono.
“Es un honor y un orgullo el hecho de que te puedan contemplar representando el toreo mexicano junto con mi compañero Arturo Saldívar, en una noche tan importante como lo fue la cena de gala entre el Presidente de la República y los Reyes de España. Le dan mérito a tu trabajo e importancia a lo que haces, al final de cuentas esto es entre dos culturas, entre dos países hermanados que representa mucho”, dijo Diego Silveti, quien tiene residencia en España desde hace siete años (Sevilla).
“A pesar de que venía saliendo de mi operación y que no estaba al cien, tenía que tomar participación en esta cena porque como embajador del toreo es necesario dar otro tipo de imagen. Y en estos momentos es fundamental”, añadió.
Al finalizar el evento, el torero de dinastía tuvo la oportunidad de saludar y convivir con el primer mandatario de México, su señora esposa y sus majestades.
“El Presidente de la República me dio la enhorabuena por el trabajo que he realizado en estos años. Me presentó con el Rey, le comentó que yo era matador de toros y que llevaba tiempo viviendo en España. Su Majestad me saludó y me deseó suerte en todo lo que hiciera. Ser partícipe de algo así es muy bonito, ya que es un gran reconocimiento en cuanto a poder demostrar que el toreo en México ha llegado a grandes alturas y que merece estar en los puestos más altos de la sociedad en México. Y reconocer lo que hemos hecho a partir de sacrificios y momentos de dolor”, indicó el guanajuatense.
-Sin duda este tipo de eventos da un espaldarazo importante a la fiesta de toros mexicana, en cuanto a sus detractores se refiere.
“Desde luego. Es como dar un mensaje a estas personas que tienen una opinión diferente. Esto es una tradición española que se pasó a México y representa cultura, historia, tradición y una fuente de empleo y economía muy importante. Por más que intenten abolirla a través de argumentos mal basados, siempre tendrá su repercusión. Por eso es importante que nos den nuestro lugar, en este caso, como lo ha hecho el Presidente de la República”, manifestó Diego.
Recientemente le preguntamos al torero si volvería a torear bajo las mismas circunstancias que lo hizo en Madrid, herido; sin titubear nos dijo que sí. Esta vez le comentamos que, aunque no fue en un ruedo, tuvo que afrontar este compromiso pese a que horas antes había estado en el quirófano, ya que le cerraron la herida de la cornada.
“Se lo comentamos a los médicos por la mañana. La operación duró tres horas, más el tiempo de recuperación, pero debía hacer el esfuerzo porque tenía la oportunidad de representar no solamente a mi persona, sino al toreo mexicano, como lo hizo Saldívar. Nos aguantamos el dolor para estar presente y dar una nota positiva para el toreo en México”, concluyó.
Orgulloso el digno representante del toreo mexicano, ahora deberá estar dos días más en reposo absoluto y a partir de la semana que viene volver a los entrenamientos, para que en 10 días logre reaparecer en el campo bravo.